Revista Religión
Ataques realizados por hombres armados durante el fin de semana dejaron al menos 104 personas muertas en el centro de Nigeria, donde las autoridades locales impusieron un toque de queda para restaurar la calma.El estado de Plateau, en el centro de Nigeria, está situado en una zona fronteriza entre el Norte, de mayoría musulmana, y el Sur, poblado sobre todo por cristianos. Por eso ya ha sido escenario de oleadas de violencia sectaria en los últimos años.
Los ataques del fin de semana fueron atribuidos a los Fulani, una etnia de pastores musulmanes con viejos resentimientos contra los líderes cristianos que mantienen el control político de la zona.
Por lo menos 80 personas murieron después de que varios Fulani atacaran diversas aldeas el sábado, dijo a la AFP el portavoz de ese estado, Pam Ayuba.
El domingo, los mismos hombres atacaron y saquearon un cementerio donde acababan de ser sepultados los muertos de días anteriores y dejaron nuevas víctimas, añadió Ayuba.
Dos importantes políticos, el senador Gyang Dantong y el líder de la asamblea legislativa local Gyang Fulani, murieron en el ataque, así como otras 20 personas.
Los dos políticos pertenecían al grupo étnico Birom, mayoritariamente cristiano.
David Mark, presidente del Senado de Nigeria, dijo que se trató de “asesinatos”.
“Como una nación, debemos levantarnos contra aquellos que están determinados a devolvernos a un estado natural en el que la vida tiene poco o ningún valor”, afirmó una nota de la oficina de Mark.
Poco después de conocerse la noticia sobre los asesinatos, grupos de hombres armados bloquearon rutas en diversas áreas, y por ello el gobernador del Plateau, Jonah Jang, impuso un toque de queda en cuatro distritos. Este lunes, los habitantes de esas zonas sólo pueden salir de sus casas desde el mediodía al anochecer.
Los recientes estallidos de violencia en el Plateau fueron causados por diferentes conflictos, cuya relación no siempre es evidente.
Además de las acciones de los Fulani, el estado ha sido escenario de conflictos entre grupos musulmanes y cristianos, la mayoría alrededor de la ciudad de Jos.
Boko Haram, el grupo islamista radical responsable de más de 1.000 muertos en Nigeria desde mediados de 2009, también actúa en el área, sobre todo con ataques a iglesias.
El pasado mes, en el vecino estado de Kaduna, ataques de Boko Haram a iglesias y represalias violentas de jóvenes cristianos contra mezquitas dejaron decenas de muertos. Kaduna continúa bajo toque de queda debido a que persiste la tensión.
Nigeria es el país africano más poblado, con unos 167 millones de personas, y es el principal productor de petróleo del continente.
Es un conflicto económico
Las muertes de al menos 104 personas en ataques perpetrados supuestamente por musulmanes de la etnia nigeriana fulani contra aldeas cristianas en el estado de Plateau, en Nigeria, se debe más a un choque entre agricultores y pastores que a un conflicto religioso, afirmó el obispo de Jos, Ignatius Kaigama.
“La masacre se ha originado por el choque entre los agricultores y los pastores. Es un problema viejo que no ha sido resuelto todavía“, afirmó Ignatius Ayau Kaigama, arzobispo de Jos (capital del estado de Plateau) y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, en declaraciones a la agencia misionera vaticana Fides, publicadas hoy.
Según el prelado, el problema es económico. Los pastores fulani -señaló- se sienten víctimas de una injusticia, ya que les matan o roban su ganado y no son compensados por las pérdidas sufridas.
“Yo creo que la ira que surge de esta situación los lleva a atacar de esta manera terrible”, subrayó Kaigama, que no niega totalmente que existe asimismo una dimensión étnica del conflicto, ya que -añadió- los conflictos vienen de atrás en el tiempo y en todos los ataques se han centrado entre los dos grupos y no ha habido ataques contra otras tribus.
Respecto a un posible motivo religioso del enfrentamiento, el prelado destacó que los fulani son en su mayoría musulmanes, mientras que los Birom son en su mayoría cristianos.
“Por esta razón es fácil atribuir una lectura del tipo ‘musulmanes atacan a cristianos’ o ‘cristianos atacan a musulmanes’, pero como he dicho, el problema es principalmente económico y étnico”, insistió.
Al menos 104 personas murieron -entre ellas dos parlamentarios y tres agentes de seguridad- en varios ataques de perpetrados supuestamente por musulmanes armados de la etnia fulani que empezaron este fin pasado de semana en el estado de Plateau, en el centro de Nigeria.
Aunque en un principio el número de víctimas mortales se situó en la treintena, se incrementó después de que fueran descubiertos más de cincuenta cadáveres, en su mayoría de mujeres y niños, en la Iglesia de Cristo de Nigeria, a donde huyeron para buscar refugio del ataque.
Fuentes: El Mercurio Digital .