La Cámara de Representantes de Nigeria recientemente aprobó por unanimidad un proyecto de ley que prohíbe las uniones del mismo sexo, a pesar de las amenazas de la administración Obama y del primer ministro de Reino Unido, David Camerone, que consideraría dejar de ayudar al país si éste no reconocía los derechos de los homosexuales.
El proyecto de ley impondría una pena de prisión de 14 años a toda persona que intentara contraer contraer matrimonio o unión civil, con persona del mismo sexo, o ayudara e incitara a tal acción. Las demostraciones públicas de afecto entre homosexuales daría lugar a una sentencia de cárcel de diez años. La mayoría de las críticas han llegado de fuera del país y, especialmente, de fuera del continente. Nigeria es un país muy religioso, con casi la mitad de la población cristiana y la otra mitad musulmana, a partes iguales.
El
líder de la mayoría Mulikat Adeola-Akande manifestó que "esta práctica no tiene lugar en nuestra cultura, ni en nuestra religión, en Nigeria ni en cualquier lugar en África. Es la inmoralidad y la degradación de nuestra cultura, lo condenamos en su totalidad". Y mientras Cameron amenaza con revisar la ayuda exterior a Nigeria.