Sarah Abilleira
Un niña de dos años llamada Alejandra, fue expulsada de su guardería, el Hills Institute en Monterrey, Nuevo León, por el único hecho de tener por padres una pareja gay.A pesar de que el colegio se publicite con el eslogan "respeto a la diversidad", a los directivos no les tembló el pulso cuando decidieron prescindir de la pequeña Alejandra, la cual llevaba ya tres semanas de clase.
Esta decisión fue tomada a raíz de la primera junta de padres, en la que Álex y Pepe acudieran como padres orgullosos de Alejandra, sin embargo, esa imagen no gustó a la directora, Patricia Durán, que informó a la pareja que su hija no podría seguir en el colegio a no ser de que firmaran una carta en la que renunciaban presentarse como familia, de lo contrario deberían sacar a su hija del Hills Institute.
La propuesta de la directora implicaba que uno de ellos debía actuar como único padre de la menor, asistiendo a los eventos del colegio de manera individual. No podía asistir a la celebración del Día de la Madre, ni hacer comentarios fuera de lugar en presencia del resto de padres además de hacer una disculpa pública. Otra de las condiciones era mantener el tema con total discreción ante los medios de comunicación.
Ante esta escena rocambolesca y completamente discriminatoria, los padres de la pequeña Alejandra pusieron los hechos en conocimiento de la CONAPRED (el Consejo Nacional para la prevención de la Discriminación), quienes se pusieron en contacto de inmediato con el colegio para aclarar la situación.
Tras varias semanas de espera sobre la respuesta de la guardería, la dirección del centro les envió un comunicado a Álex y a Pepe citando al padre y a la madre de la niña para una reunión de urgencia. Cuando la pareja llegó a las puertas del colegio se las encontraron cerradas, y el guardia de seguridad les informó que finalmente no habría reunión, y que Alejandra estaba oficialmente expulsada.
A la pareja les fue devuelvo únicamente el 70% de los gastos de matrícula, y poco después el centro eliminó de su eslogan la frase "respeto a la diversidad".
Con sus a penas dos años de edad, la pequeña Alejandra, ha sufrido la ilógica discriminación por orientación sexual de sus padres, por los prejuicios y la baja moral de los directivos de un centro educativo.
Actualmente estos Pepe y Álex siguen buscando un colegio para su niña, mientras el caso es llevado por CONAPRED, la Secretaría de Educación y la Procuraría Federal de Defensa del Consumidor.