Revista Música
Supongo que cada uno tiene un concepto de belleza único e intransferible y especialmente, si hablamos de música. Aunque la belleza, sea una palabra con una definición universal y hayan valores que puedan ser bastante extensibles dentro de determinadas culturas, para mi muchas veces significa David Sylvian. Partiendo de una voz privilegiada y en este proyecto respaldado por dos colaboradores de confianza como Steve Jansen (su hermano) y Bernd Friedmann para un proyecto llamado Nine Horses donde toma una vertiente eminentemente pop y que serpentea entre la calidez del ambient y el jazz, contando con otro de sus amigos Ryuichi Sakamoto al piano y el enorme trompetista Arve Henriksen. Todo para crear un disco, que realmente suda belleza.
"Snow Borne Sorrow" te asalta con una producción detallista en cada instante , en "Wonderful World" hay un dueto con la dluce voz de Stina Nordestam y todas y cada una de las canciones que le siguen en el disco son auténticas joyas, desde la pop "The Darkest Bird", la sosegada "The Banity of Evil", te masajean las voces en "Atom and Cell",pero hay canciones como "Snow Borne Sorrow","A History of Holes" y la maravilla final de "The Librarian" que se integran en una mezcla de belleza y confesionalidad cotidiana.Es como tenerlas a tu lado de la placidad y cercanía con la que se instalan a tu alrededor.
El single "Money For All",fue una especie de anexo a un maravilloso disco que ójala tenga continuación.Una vez pasados los noventa recuperamos a Sylvian y la pasada década todo lo que hizo subió el pan.