“Ninini”. Ni trabajan, ni estudian, ni los dejan

Imagen: mentalidadadolescente.blogspot.com

De un tiempo para acá, se habla de un concepto que hace referencia a un sector de la población refiriéndose a ellos como ‘generación nini’. Son jóvenes de entre 15 y 29 años que ni trabajan, ni estudian. Este amplio sector juvenil alcanza el 21,1% de la población española y le cuesta al Estado 15.735 millones de euros anuales tal y como leemos en el diario el mundo (www.elmundo.es).

Los datos del artículo se extraen del estudio de la agencia europea especializada en condiciones de vida y trabajo ‘Eurofound’. En el informe se explica que el coste de cada uno de estos jóvenes le sale a cada español 333 euros. Desde Eurofound también han querido dejar claro que el objetivo del estudio es hacer referencia al coste que le supone a la sociedad no integrar en el mercado laboral o formativo a un alto porcentaje de la población.

Aunque ahora es fácil ponerles un nombre, catalogarlos como la generación perdida porque ni estudia, ni trabaja y pasar a otra cosa cuando en su momento no se puso freno a tal desbarajuste. ¿Por qué todos esos jóvenes que ahora son parados de larga duración dejaron sus estudios? Porque la burbuja inmobiliaria y los suculentos salarios que les pagaban por trabajar en la construcción les sacaron de lo que podía haber sido una trayectoria educativa y formativa normal.

Sin embargo una vez que la burbuja inmobiliaria estalló, se vieron todos con una mano delante y otra detrás y con hipotecas que pagar, puesto que comprarse una casa aunque tuvieras grandes ingresos y poca nómina fue la tendencia de la pasada década. Es por ello por lo que además no pueden formarse, porque tienen que seguir trabajando en lo que sea para pagar parte de una letra escandalosa mientras alquilan su vivienda para pagar el resto y mientras vivir con sus padres.

Créanme que son muchos los casos como el que les relato. Pero para aquellos que sí decidieron estudiar, de repente la cosa se pone más difícil, acceder a una carrera resulta una cara e imposible odisea y si pretendes estudiar otra cosa, te enfrentas a la masificación de las aulas. ¿Esa es la ayuda a los jóvenes de éste país? ¿De esta manera se socorre a una generación perdida? Así que si los nini, ni estudian, ni trabajan, es porque ni les dejan.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…

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