Revista Comunicación
En Brasil vive un niño muy especial: su cuerpo funciona como un verdadero magneto. Su abdomen, espalda y pecho atraen objetos metálicos que quedan pegados a su piel.Paulo David Amorim, del estado Rio Grande do Norte, puede llevar cucharas, tijeras e incluso cazuelas pegados a su cuerpo. Durante una entrevista con el canal brasileño TV Globo, el padre del chico contó que un día pidió a su hijo que le trajera un cuchillo y un tenedor "¡y fue una sorpresa para mí que se le engancharon!".