La mayoría de la gente, cataloga a los niños en dos grupos, los que son buenos y los que no. Peor aún, catalogan hasta a los bebés en esos dos grupos. Pero, vamos a ver, ¿es posible que un bebé sea malo? Los bebés y niños no conocen la maldad, es imposible que sean malos. Ni buenos. Simplemente son niños, con sus necesidades, sus inquietudes, su forma de aprender a ser parte de este mundo. Entonces, cuando oigo que hablan así de los niños, me entristece y me enfurece a partes iguales.
Hoy he tenido doble ración de este tema, y en muy poquito rato.
Por la mañana, en el trabajo, me he encontrado con una compañera a la que no veía desde hace tiempo y que tiene un bebé de 5 meses. Lógicamente, nos hemos puesto a hablar de nuestros retoños. Y la primera frase que ha salido de su boca ha sido que su hijo es muy bueno. Claro, yo me he quedado con cara de “todos los niños son buenos, ¿qué iba a ser sino? Pero ella ya me ha aclarado los detalles de porqué su hijo es “bueno”
- Su hijo es bueno porque desde que nació duerme 8 horas del tirón
- Su hijo es bueno porque le suelta en la cuna y no protesta
- Su hijo es bueno porque no llora nunca
- Su hijo es bueno porque le deja en la hamaca delante de la tele y allí se puede pasar horas, sin quejarse, sin llorar
- Su hijo es bueno porque no pide que le cojan en brazos
Y entonces, yo me pregunto si a un niño se le cataloga entonces de malo, por hacer todo lo contrario que hace su hijo…. Porque, desde luego, yo no lo veo así. Yo creo que mi hija es buena, es muy buena, es tan buena como todos los bebés:
- Mi hija es buena porque desde que nació se despierta varias veces por la noche a mamar, para un correcto mantenimiento de la lactancia y para evitar el SMSL
- Mi hija es buena porque la dejo en la cuna y protesta, porque no quiere estar sola, quiere alegrar a la familia con su compañía
- Mi hija es buena porque llora cuando necesita algo, y así me pide que le ayude
- Mi hija es buena porque nunca ha querido estar en la hamaca ni delante de la tele, siempre ha preferido estar haciendo cosas conmigo
- Mi hija es buena porque quiere estar todo el rato en brazos, para demostrarme su cariño
La mayoría de las madres tenemos hijos porque queremos. Y lo normal es querer disfrutar de ellos, cada momento, porque el tiempo pasa muy deprisa y luego echaremos de menos esos momentos. ¿Por qué queremos entonces niños “buenos”, que no den la lata y con los que casi no interactuemos?
La segunda vez que he tenido un encuentro de este tipo, ha sido al ir a la guardería a recoger a la pequeña. Mientras esperaba a que saliera, han sacado de la clase de los pequeños a una bebé de unos 6 meses. La profe se la ha dado a la abuela, que es la que la recoge todos los días. Y la abuela estaba diciendo lo buena que es la niña, porque no extraña a nadie ni llora nunca. La profe le ha dicho que no es una niña de pedir brazos, y ahí, la abuela ha comenzado a echarse flores, sobre que ellos no cogen a la niña, que la están acostumbrando desde pequeñita a que no se la coge en brazos y a que no puede llorar por todo, que no hay que consentirla……..aggggg, ¡me estaba poniendo negra! De nuevo, una niña “buena” porque no llora y no se la coge en brazos.
¿Dónde se está quedando el amor y el cariño a nuestros hijos? ¿Creemos de verdad que evitando coger a nuestros bebés, estos van a ser niños más buenos? ¿Qué si dejamos que los niños estén solos, para que no se “malacostumbren”, van a ser niños más “manejables”?
La lógica dicta lo contrario. De un ambiente de cariño, besos y abrazos, de caricias, de satisfacer las necesidades, de amor, en definitiva, crecerán niños emocionalmente sanos, capaces de dar amor, y al final, por consiguiente, de adultos, serán “buenos”.
Ahora, de momento, los niños son niños. No son niños buenos. Ni son niños malos. Son niños diferentes, con sus distintas formas de ser. Unos serán más tranquilos. Otros más movidos. Unos serán más risueños y otros serán más serios. Pero son niños, niños buenos, al fin y al cabo. Y que sean adultos buenos, parece que también está en nuestras manos.