Conozco varios casos de niños que no los quieren sus compañeros en el colegio. Yo tengo la suerte de no haber pasado por ello, ni por mí ni por mi hija que aún no va al colegio (tocaré madera), pero empatizo con quien lo padece y me enervo.
Los niños a veces pueden llegar a ser muy crueles, eso lo sabemos todos, pero hay que ser conscientes de que es FUNDAMENTAL la educación que reciben, y es ahí donde los padres tenemos la responsabilidad. Sí, los PADRES.
Hay muchas razones porque la que un niño no es aceptado por sus compañeros, desde que no les gusten los juegos establecidos socialmente para cada género (a los niños el fútbol y a las niñas la gimnasia rítmica), no vistan de manera parecida, tengan alguna discapacidad, no piensen igual que los demás…etc, infinitas excusas para dejar de lado a un niño pero ninguna justificada.
Basta ya de estereotipos.
El azul es para los niños y el rosa para las niñas. De hecho hay una equipación del Real Madrid que es rosa fucsia, así que dejémosnos de tonterías. ¿Y el amarillo para quién es? ¿Y el verde?.
El fútbol es juego para los niños y para las niñas las muñecas. Divertirse es para niños y niñas, independientemente de con el juguete que sea. Yo siempre jugaba al fútbol y prefería pantalones a vestidos y aquí estoy, toda una “princesa”.
El pelo corto lo llevan sólo los niños y el largo las niñas. Ya estamos con las mismas chorradas como lo del rosa y el azul, porque no se pueden calificar de otra manera.
Los juegos de cocinitas son para las niñas únicamente y para niños los de lucha. Los niños juegan a imitarnos en nuestras cosas sin pensar en si lo hace mamá o papá y quieren cocinar, barrer, usar el ordenador, conducir… etc.
La belleza es estar delgado/a. La belleza consiste en estar agusto con uno mismo.
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Los niños quieren jugar con muñecas
Los niños no entienden de roles y sí de diversión.
Publié par La Vanguardia sur lundi 12 décembre 2016
No cayendo en los estereotipos, fomentaremos la confianza de nuestros hijos para que no dejen de ser ellos mismos con tal de estar socialmente aceptados. Hay que tratar de hacerle ver al niño que no se siente querido por otros niños que lo más importante es él y que debe ser fiel a sí mismo y, aunque es difícil, tiene que hacer oídos sordos a lo que le digan sólo por ser diferente.
Las personas que merecen la pena son aquellas que respetan lo diferente y es en ellas en las que TODOS nos debemos centrar.
Los niños únicamente tienen que preocuparse por disfrutar y dedicarse a aprender, jugar y ser felices. Basta YA!! Eduquemos en el RESPETO y TOLERANCIA.