Vulnerabilidad de los niños expuestos a drogas a desarrollar adicciones en la edad adulta
Hoy quiero detenerme en un tema que me preocupa y me interpela como madre y como profesional
En Mamá Psicóloga Infantil he hablado en varias ocasiones sobre el impacto que puede tener el consumo de sustancias en la adolescencia. También sobre la importancia de crear entornos emocionalmente seguros para nuestros hijos. Pero hoy quiero volver sobre una realidad que a menudo queda en segundo plano: los niños y niñas que crecen en contextos donde la adicción está presente.
Es un tema que me preocupa, que me toca, y que considero importante visibilizar. No desde el juicio, sino desde el compromiso con la infancia y con el bienestar familiar.
¿Por qué es importante hablar de esto?
Porque la infancia y la adolescencia son etapas clave para el desarrollo emocional, físico y cerebral. Y porque los entornos en los que crecen los niños influyen profundamente en cómo serán sus vidas adultas.
Numerosos estudios muestran que la exposición temprana a las drogas, ya sea de forma directa o indirecta, puede aumentar el riesgo de desarrollar adicciones y otros trastornos emocionales y conductuales en la edad adulta.
Y sí, detrás de cada adolescente que empieza a consumir, hay una historia. Un vacío. Una necesidad no atendida. Una infancia tal vez marcada por la ausencia, el abandono emocional o el sufrimiento.
Cuando la droga entra en casa: la infancia en entornos con consumo

A veces no es el niño quien consume, sino el entorno. Padres, madres u otros adultos significativos que conviven con una adicción. En estos casos, los efectos en el desarrollo del niño pueden ser devastadores.
– Se rompe el sentido de seguridad.
– Se altera el apego y el vínculo afectivo.
– Se normalizan conductas destructivas.
– Aparece la hipermadurez emocional: niños que crecen asumiendo roles que no les corresponden.
Viven situaciones que no deberían vivir. Callan lo que no deberían callar. Y cargan con pesos que no les pertenecen.
Una colaboración para ofrecer información rigurosa y acompañamiento real
Para la elaboración de este artículo, hemos contado con el asesoramiento de Esvidas – Grupo Sanitario Reinservida, una entidad con más de 10 años de experiencia en el tratamiento de las adicciones y presencia en ciudades como Sevilla, Cádiz, Asturias o Badajoz. Con centros especializados en el tratamiento de conductas adictivas y otros tratamientos que acompañan a esta enfermedad, Esvidas apoya a personas y familias que desean reconstruir su bienestar físico, emocional y relacional a través de tratamientos especializados y un apoyo integral y personalizado.
Desde su equipo de adicciones, insisten en que establecer límites claros y coherentes en el entorno familiar no solo protege a los hijos, sino que también puede convertirse en un punto de inflexión para que la persona afectada tome conciencia de su situación y decida iniciar un proceso de cambio.
Adolescencia y drogas: un cóctel de riesgo
La adolescencia es, de por sí, una etapa de exploración y de búsqueda de identidad. Si a eso le sumamos un entorno con poca contención emocional, escasa presencia adulta o falta de referentes saludables, el riesgo de iniciarse en el consumo de sustancias aumenta.
Y lo que comienza como un “experimento” o una forma de integrarse en un grupo, puede derivar en una adicción que acompañe durante años.
Según datos del National Institute on Drug Abuse, los adolescentes que consumen sustancias tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar trastornos por consumo en la adultez. Esto se debe, en parte, a que el cerebro adolescente aún está en desarrollo y es más vulnerable a los efectos de las drogas.
¿Qué podemos hacer como padres, madres y profesionales?

1. Estar presentes emocionalmente
La presencia emocional es más poderosa que cualquier charla preventiva. Saber que nuestros hijos pueden contar con nosotros sin miedo a ser juzgados es un factor protector clave.
2. Hablar del tema sin tabúes
No esperemos a que pregunten. Abramos espacios para hablar de drogas, adicciones y decisiones responsables. La información clara y adaptada a su edad empodera.
3. Detectar señales de alerta
Cambios bruscos de conducta, aislamiento, bajo rendimiento escolar, irritabilidad o cambios en su círculo social pueden ser señales de alarma. No las ignores.
4. Pedir ayuda
Si sospechas que tu hijo o hija está consumiendo, o si crees que algún otro miembro de la familia está luchando con una adicción que podría afectar a todos, quiero que sepas que no estás sola.
En momentos así, puede ser muy agobiante no saber cómo actuar, pero existen recursos y profesionales dispuestos a darte el apoyo necesario. No tienes que enfrentar esta situación en silencio ni por tu cuenta. Existen múltiples formas de ayuda, tanto para la persona afectada como para la familia que está a su lado.
Porque prevenir es mucho más que informar
Prevenir no es solo dar datos o repartir folletos en el instituto. Prevenir es cuidar los vínculos, estar disponibles emocionalmente, poner límites con amor, observar, acompañar, sostener.
Prevenir es mirar a los ojos a nuestros hijos y decirles: «Estoy aquí. No estás solo. Puedes contar conmigo.»
Recursos y servicios especializados para acompañarte
Sabemos que atravesar una situación de este tipo puede ser abrumador, y por eso es importante contar con profesionales que sepan cómo acompañarte, sin juicios, y adaptándose a tus necesidades y las de tu familia.
En Esvidas puedes encontrar una amplia variedad de servicios y recursos dirigidos tanto a personas con adicciones como a sus familiares. Desde terapias individuales o grupales, hasta orientación familiar, apoyo psicológico y programas de tratamiento personalizados, centrados en la recuperación integral y sostenida.
Si tú también conviviste con la adicción en tu infancia…
Si esto que estás leyendo te remueve porque tú misma fuiste esa niña o niño que creció en una casa donde había consumo de sustancias… quiero que sepas que no estás sola. Que tus heridas merecen ser escuchadas. Y que hay caminos de reparación, también para ti.
Comparte este post si crees que puede ayudar
Quizás conoces a alguien que necesita leer esto hoy. Quizás tú misma necesitabas estas palabras. Si este post te ha resultado útil, compártelo o guárdalo. A veces una sola lectura puede abrir una puerta al cambio.
Este artículo ha sido redactado en colaboración con Esvidas – Grupo Sanitario Reinservida, como parte de un compromiso conjunto por visibilizar y prevenir los efectos del consumo de sustancias en la infancia y la adolescencia.
Marzo de 2025
Imágenes cortesia www.freepik.es
