Bueno la eterna discusión: si tu niño es muy bueno, que si es muy malo que si el mio es muy malo que si el mio peor, pues parece formalito, no lo has visto en casa,....
Mis hijos se portan cada vez peor, hay veces que no puedo con ellos, les estoy riñendo y se ríen de mi, así literal. Me tienen loca, se pelean sin parar, se rien como locos hasta mearse, si me despisto la arman pero bien, han pintado todas las paredes y todo tipo de superficies, limpiar en mi casa es como lavarse los dientes comiendo oreos...
La culpa es nuestra (de mi marido y mía, le incluyo porque es mucho más blando que yo). No sabemos imponer nuestra autoridad, igual amenazamos y no cumplimos, y además amenazamos cosas imposibles como la tipica frase "nunca más vas a bajar conmigo al parque"; claro al día siguiente ¿donde vas? pues al parque, pues cuando hablas te toman por el pito de un sereno.
Eñ otro día decidí tomar cartas en el asunto. Como me veo ya como esos videos de super nani de niños salvajes, pues hice el método ese de cartulina con normas y cartulina con pegatinas. Los niños ilusionados con el tema claro. Puse las normas a las cuales ni caso, pero su cartulina (con foto incluida, ya que fuimos justo a sacar las fotos para la matricula del cole) a sido como su santuario. Les hice unos dibujitos de los premios a conseguir si conseguían muchas caras sonrientes. El primero era ir a la feria, el segundo ir a la piscina, el tercero un regalo y el cuarto una tablet que llevan siglos pidiéndome (si, con 4 años ya piden una tablet...).
El primer día muy bien, recogieron su cuarto y todo. En cuanto les puse la pegatina sonriente ¿que pasó? pues que ya está, se olvidaron de todo y empezaron a hacer el salvaje otra vez. Les pongo cara enfadada y les da lo mismo ¿porque? porque al día siguiente tocaba día de piscina que van un día a la semana con su padre y fueron igualmente, tuvieran los puntos que tuvieran...y porque justamente a los 3 días eran las fiestas de nuestro barrio y estuvieron en la feria y se montaron en las atracciones, tuvieran los puntos que tuvieran... así que hemos sido blandos de nuevo, inhabilitando el sistema de premios totalmente porque se los terminamos dando igual porque nos dan pena.
Ayer me hicieron un fechoría en el salón, en un despiste le dieron la vuelta a la mesa del salón y la pintaron entera por dentro, la mesa y ellos mismos y su ropa claro. En un cabreo, les mandé a su cuarto y les dije que no salían de ahí hasta la cena, y me propuse cumplirlo. Ellos acostumbrados a que lo que digo es humo hicieron 101 intentos de fuga claro, pero la novedad es que me mantuve en mis 13 haciendo guardia y todo en la puerta del salón que ahí no entraban ni con "me voy a portar bien" ni con "estoy muy cansado me quiero sentar formalito a ver la tele". Además del castigo les puse una cara enfadada a los tres en su lista de puntos. Luego cenaron más tranquilos y se fueron a dormir sin rechistar.
Siguiente estrategia: -sistema de castigos y de premios más concretos y que pueda quitarlos.
Es decir no voy a poner ir a la piscina porque aunque se que les encanta, van a ir igualmente. Así que tengo que buscar recompensas rápidas (ya que ahorrar 30 puntos para comprarle una tablet es a largo plazo y se olvidan por el camino con la edad que tienen) y efectivas y los castigos igual, que sean inmediatos o en el mismo día.
Una amiga me dijo que le funcionaba separarlos. Castigarlos cada uno en un cuarto un tiempo determinado unos 15 minutos. Lo malo de esto es que seguro que alguno (mi flaquito sobre todo) la arma. No tengo tantos huecos en casa, si meto a uno en el cuarto de los niños, otro en el baño y el otro en mi cuarto. El del baño tiene a su alcance cosas para hacer una fechoría como el agua del grifo y el jabón por ejemplo, parecen cosas inofensivas pero en manos de niños con mucha imaginación se convierten en armas de destrucción masiva.
La profesora de árabe los castiga contra la pared unos 5 minutos, tengo que probar esto a ver si lo cumplen. Porque claro a ver como controlas que no se estén dando la vuelta y con sus risitas de complicidad entre ellos. Sería poner cada uno en una pared o habitación diferente.
Sin postre. Este era un castigo de moda en mi época de infancia, no recuerdo si funciona o no, pero podría probarlo, eso si, tengo pataleta seguro. Mi flaquito cuando se enfada empieza a atacarme psicológicamente que no me va a dar un beso nunca más o que no va a jugar con su hermanito (el bebe) cuando salga, o que no me va a hacer un café (como si me hubiera hecho un café alguna vez en su vida jajaja). Si le dejo sin postre seguro que lo tengo soltándome amenazas toda la tarde...
Otro castigo posible es confiscar juguetes. Eso me lo hacían a mi de pequeña mucho. si te portas mal te quitan algo que te gusta mucho o lo que estés usando en ese momento y encima del armario, un tiempo limitado, como hasta el día siguiente, o una hora o dos, o si haces algo para ganarlo lo recuperas. Esto tampoco lo he hecho mucho porque me da pena, soy un blandengue lo sé... y así me va, así que esto lo tengo que cambiar y mantenerme firme en los castigos. Ains que duro es esto de educar, que gran responsabilidad y que desgaste emocional....aunque, nadie dijo que fuera fácil.