Los niños pueden dormir fuera de casa por varias razones: quedarse en casa de un amigo del cole, acudir a un campamento, dormir en casa de un familiar por un viaje de los papas...etc. Ésta puede ser una experiencia muy divertida para el pequeño que le haga dar un paso más en autonomía y responsabilidad.
Sin embargo, algunos niños lo convierten en una situación temida y generan una actitud angustiosa ante la separación de sus padres.
Incluso pueden presentar síntomas físicos como sudoración en las manos, dolor de estómago o cabeza y nauseas. Sobre todo si es la primera vez, el niño puede presentar miedo a lo desconocido, incluso aunque se trate de quedarse con algún familiar. En estos casos, se recomienda ayudar al niño a vencer sus temores para que pueda disfrutar de la oportunidad.
Dormir fuera de casa puede ser muy beneficioso para el niño
Dormir fuera de casa es una experiencia en la cual el niño pone en marcha habilidades de independencia y se obliga a hacer cosas para las que según su edad ya sabe hacer por sí solo. Es altamente beneficioso que sea capaz de vestirse, ducharse o cuidar de su ropa porque papa y mama no están para hacerlo por él.
Fuera de casa, las reglas, los horarios y las comidas son diferentes, el niño empieza a ser consciente de que hay otras formas de hacer las cosas, amplía su visión del mundo y pone en práctica la capacidad de adaptación.
¿Qué pueden hacer los padres cuando el niño se angustia por dormir fuera de casa? Algunos consejos:
Es importante dejar que el niño se exprese, que hable de sus temores.
Responder a todas sus preguntas sin consolarlo excesivamente.
Mostrar paciencia sin dejar que el niño evite la situación una y otra vez.
Trazar un plan de alternativas y soluciones con el niño por si surge alguna de las situaciones que teme.
Dejar que se lleve alguno de sus juguetes u objeto que le aporte seguridad.
Advertir al familiar o cuidadores que puede surgir angustia en el niño.
Conviene preparar al niño antes de que se vaya fuera de casa a dormir
Cuando se trate de dormir fuera de casa porque se presenta un campamento o excursión, es recomendable implicar al niño todo lo posible en las actividades previas preparatorias (ej: comprar el equipo deportivo, ver videos o fotografías sobre el lugar, leer juntos las actividades...etc).
Es responsabilidad de los padres informarse detalladamente del lugar al que se dirige su hijo, la profesionalidad de los cuidadores, los servicios médicos, traslados, menús o actividades a realizar durante la excursión. Verificar que no existen riesgos indeseados y que existe un equipo competente a cargo.
Cuando el niño tiene una determinada edad (a partir de 3 años) está totalmente preparado para afrontar una situación de pernocta fuera de casa, en ocasiones los padres son los que más sufren por estar alejados de su hijo. Es importante valorar los beneficios de una actividad de este tipo.
En los campamentos además, el niño no tendrá más remedio que desplegar sus recursos en habilidades sociales para relacionarse y apoyarse en sus compañeros, especialmente recomendado para aquellos más tímidos.