Tres décadas atrás, el mundo de los videojuegos vivió una transformación que llevó a los usuarios más allá de los límites de los espacios hogareños con el lanzamiento del Game Boy, la consola portátil que Nintendo puso a la venta en el mercado japonés un 21 de abril de 1989.
Con una configuración de hardware modesto respecto a sus competidores, la consola portátil de Nintendo contaba con una pantalla monocromática de 2,5 pulgadas y logró posicionarse en el mercado gracias a una muy buena autonomía de uso, de hasta 30 horas, que ofrecían sus cuatro pilas. El otro punto destacado fue la elección de Tetris, el popular juego que acompañó al equipo en el mercado occidental.
Con un diseño simple, el Game Boy contaba con cuatro botones de uso: A, B, Select y Start, junto a la cruz de control de dirección. Con el paso del tiempo, la compañía renovó el equipo con diversas versiones con un diseño estilizado, otro con una carcasa transparente o el modelo Pocket, con un menor peso y mejoras en la autonomía, ya que usaba solo dos pilas AAA. También tuvo un modelo con pantalla a color con el Game Boy Color.
El éxito fue tal que el Tetris vendió 35 millones de unidades para este equipo portátil. Cuando Nintendo renovó el hardware y lanzó el Game Boy Advance, todas las versiones del Game Boy original acumularon más de 118 millones de unidades enviadas al mercado.
En los últimos años la compañía japonesa logró alcanzar otro éxito de ventas de la mano de Switch, una consola híbrida que funciona como portátil y equipo hogareño, y que vendió más de 14 millones de unidades, una cifra que supera todas las ventas que registró la Wii U en cinco años.