En el níveo momento del crepúsculo
dónde el manto arropa la salvia
rebrota el origen.
En la añoranza del instante
el sentir se enfatiza,
parsimonia la vida
presagiando
– – -silencio- – –
Protegiendo el árbol, mi cuerpo
entrañado en sus entrañas
concibe la luz del alba
gozo en la mañana.
La sapiencia de su ser
preñando momentos
del crudo pero hermoso trance
domeñando la oscuridad
velando hacia dentro la luz.
María José Luque Fernández.-