El otro día le escuché decir a no sé a quién, pero me gustó lo que dijo: “la modernidad me excita y lo antiguo me enamora”. Y éste es el ejemplo perfecto, una conjunción increíble de tecnología pasada en pos de un diseño moderno.
Nixie Clock funciona gracias a 10 hilos conductores que forman los números, montados dentro de tubos de cristal que forman las válvulas, rellenas con gas noble y una pequeña cantidad de mercurio. Tecnología de los años ’50 al servicio del diseño más actual y minimalista.
//vía: unplggd