Este mes se cumplen 40 años de la dimisión de Richard Nixon como presidente de los USA, dimisión que se produjo antes de que terminase el proceso que habría concluido con su destitución.
Con algunos, aunque pocos, personajes públicos ocurre que mi opinión es casi la opuesta a la de casi todo el mundo y sobre todo totalmente distinta a la que es general en los medios de comunicación. Nixon fue uno de ellos.
Nixon no era un tipo simpático, más bien lo contrario. En su vida pública se hizo famoso por sus exabruptos y comentarios poco diplomáticos, en especial con la prensa. Su “impeachment” o proceso político y judicial que con seguridad habría concluido con su destitución, se basó única y exclusivamente en una serie de mentiras, muchas absurdas y la mayoría relacionadas con el escándalo Watergate, es decir, Richard Nixon fue destituido por mentiroso, pero curiosamente, si uno se fija solo y de manera objetiva en los resultados de su presidencia fácilmente puede llegarse a la conclusión que fue uno de los mejores presidentes USA del siglo XX, y siempre he pensado que su destitución no se debió a sus mentiras, sino que estas fueron la excusa para sacarse de encima un presidente que no estaba haciendo lo que interesaba a los que sustentan el verdadero poder del país.
En La Vanguardia del 13 de agosto, Andy Robinson publica un artículo en el que por primera vez he visto revisar la mala opinión sobre Nixon, que aparente, pero también tímidamente empieza también a replantearse en los USA.
En lo que se refiere a política interior su actuación fue brillante. Desde Kennedy es el tercer presidente que más empleo creó tras Carter y Clinton. Sentó las bases y elaboró las primeras y más importantes leyes en temas laborales, de protección del medio ambiente e igualdad de género. Fue el que implantó los “food stamps”, vales para alimentos, que desde entonces ayudan a unos 40 millones de norteamericanos a soportar la pobreza extrema. También creó las OSHA Oficina de Salud y Seguridad en el Trabajo y la EPA Agencia de Protección del Medio Ambiente. La mejor prueba de que hizo las cosas bien es que varias de sus leyes, agencias u oficinas todavía vigentes y funcionando son atacadas continuamente por los nazis republicanos del Tea Party.
A nivel internacional sus meritos son todavía mayores, todo y con la gran mancha que supuso el que fuese bajo su mandato que la CIA se involucró de manera decisiva en el golpe de estado de Pinochet en Chile, pero fue él quien en realidad puso las bases del fin de la guerra fría, de los regímenes comunistas en la Europa del este y del cambio de sistema en China. Aunque quien se ha llevado el merito por la destrucción del muro de Berlín, que significó el fin de la Europa soviética, ha sido Ronald Reagan, en realidad se limitó a soltar tonterías en sus discursos mientras esperaba que cayera el muro. La destrucción del muro se había iniciado casi veinte años antes cuando Nixon, al contrario que su predecesor Lyndon Johnson, no solo apoyó la Ostpolitic que los socialistas alemanes habían iniciado con los comunistas del otro lado del muro y que pretendía cambiar las políticas de confrontación pura y dura por la colaboración en todos los ámbitos, sino que aplicó el mismo principio al resto del mundo comunista, viajó a Moscú y Pekín y le dio un vuelco total a las relaciones este-oeste. A partir de ese momento, a través de los medios de comunicación, los viajes o la simple inexistencia de trabas, el nivel y las formas de vida de la Europa occidental se hicieron totalmente visibles para los habitantes de la Europa del este, visibilidad que se acabó transformando en una bomba de efectos retardados, que estalló cuando las diferencias entre un lado y otro del telón de acero fueron insoportables para los ciudadanos del bando comunista.
Pero mintió, y por eso lo destituyeron, a pesar de que sus mentiras fueron de mucha menos gravedad que las de sus sucesores, las de Jimmy Carter cuando pretendía no saber nada de un comando aéreo que mandó a Teherán para liberar a los rehenes y que acabó en desastre, las de Ronald Reagan cuando también se declaró como imposible ignorante del escándalo Irán-Contra, George Bush padre cuando prometió solemnemente no subir los impuestos y a los quince días ya lo había hecho, Bill Clinton sobre las correrías por el despacho oval en pos de una becaria, y no digamos George Bush hijo y sus armas de destrucción masiva iraquíes. De todos estos, el único que padeció algo de acoso fue Bill Clinton, pero con Nixon el acoso y el procedimiento judicial fueron tan sumamente duros que acabó dimitiendo. ¿Alguien realmente se cree que lo echaron solo porque mintió?.
En mi opinión a Nixon se lo cargaron los republicanos que le apoyaron y financiaron hasta que llegó a presidente porque les salió rana, llevó a cabo políticas que hoy se considerarían en USA como de izquierdas cuando los poderosos grupos que mandaron el mundo a paseo con el neoliberalismo ya estaban activos, y lo que ya es el colmo: acabó con la confrontación y se puso a colaborar con los comunistas. Insoportable.
Las verdaderas razones porque se cargaron a Richard Nixon y otros temas del mismo estilo es lo que me hubiese gustado leer en WikiLeaks de Julian Assange, y no un montón de tonterías que si no las conocíamos, las sospechábamos.