Niyomismalosé (Megan Maxwell)

Datos técnicosTítulo: NiyomismaloséAutor: Megan MaxwellPrimera edición: 2.011
SinopsisCon veinte años una cree en princesas y en amores para toda la vida. Eso le pasó a Nora. Se enamoró de Giorgio y se casó con la idea de que había encontrado su verdadero amor.
A los cuarenta años ese supuesto amor, al que Nora había cuidado y ayudado a ascender en su carrera, sin pensar en el daño que le puede ocasionar, la deja por una mujer más joven y comienza una nueva vida. De pronto Nora se ve vieja, gorda, con hijos, desfasada, sin trabajo y, lo peor de todo, cree que su vida ha terminado.
Pero gracias a su mejor amiga, que es la positividad en persona y que la anima a asistir al gimnasio y a retomar las riendas de su vida, todo cambia. De pronto Nora abre los ojos y se da cuenta de que a pesar de que Giorgio la ha dejado, ¡sigue viva!.
El destino, ese gran caprichoso que a veces nos amarga o nos endulza la vida, le depara a Nora muchas sorpresas. Sorpresas, amores e ilusiones que nunca imaginó.                  
Autor
Megan Maxwell es una reconocida y prolífica escritora del género romántico. 
De madre española y padre americano, ha publicado novelas como Te lo dije (2.009), Deseo concedido (2.010), Fue un beso tonto (2.010), Te esperaré toda mi vida (2.011), Niyomismalosé (2.011), Las ranas también se enamoran (2.011), ¿Y a ti qué te importa? (2..012), Olvidé olvidarte (2012), Las guerreras Maxwell. Desde donde se domine la llanura (2.012), Los príncipes azules también destiñen (2.012), Pídeme lo que quieras (2.012),  Casi una novela (2.013) y Pídeme lo que quieras, ahora y siempre (2.013), además de cuentos y relatos en antologías colectivas. En 2.010 fue ganadora del Premio Internacional Seseña de Novela Romántica, y en 2.010, 2.011 y 2.012 recibió el Premio Dama de Clubromantica.com. Pídeme lo que quieras, su debut en el género erótico, fue premiada con las Tres plumas a la mejor novela erótica que otorga el Premio Pasión por la novela romántica.
Argumento
Con veinte años, Nora se casa con Giorgio, pensando que es un amor para siempre.
Veinte años después se divorcia de él y cree que todo ha acabado para ella.
Pero Chiara, su mejor amiga, le demuestra que hay vida después de un matrimonio, de los cuarenta y que le queda todo un mundo por descubrir.

• Pasados cuatro meses, Chiara tuvo a su pequeño, al cual le pusieron de nombre Valentino, como el padre de su marido. Chiara discutió con Enrico sobre aquel nombre, pero fue inútil. Loredana se empeñó en que su primer nieto debía llevar el nombre del difunto padre de Enrico, y así fue. —¡Odio a esa mujer!, pero más odio sus problemas de corazón, de cabeza o de lo que sea —susurró Chiara cuando Nora y ella se quedaron solas en la habitación del hospital—. Me saca de mis casillas y me volveré paranoica como ella.
• Despidiéndose de Chiara, que se quedó muy preocupada, Nora partió con Valeria y su marido. Al llegar, la situación en casa de sus padres era de verdadero caos. Su madre lloraba, su padre también, todos lloraban desconsolados. Su hermano Luca y su mujer, Verónica, habían muerto en un accidente de tráfico con su coche nuevo, cuando iban de fin de semana solos a Roma.
• Soy el odioso y descerebrado hijo de perra que te ha hecho llorar. Tengo una lengua que a veces sería para comérsela a la plancha con caviar, pero otras para cortármela y tirársela a los cerdos. Me gustaría pedirte disculpas por lo que te he dicho.

Opinión personal
Empiezo diciendo que ésta no es la novela que más me ha gustado de Megan Maxwell. Apenas la reconozco, salvo en algunas cosas: no me ha gustado la utilización de tantos personajes (algunos no son ni secundarios, solamente simple relleno), ni una historia policial con mafiosos, traficantes de obras de arte y asesinatos múltiples.
Ambientada en Madrid (aunque hay escenas que desarrollan también en Barcelona, Canarias, Nápoles, Venecia y Escocia),  la novela está estructurada en 49 capítulos titulados, y un epílogo.
Escrito en tercera persona con un narrador omnisciente, siguiendo un orden cronológico lineal, el estilo es, como Megan nos tiene acostumbrados, natural y coloquial, con un diálogos hilarantes y divertidos, y un ritmo ágil.
La trama, para mi gusto, no está bien hilvanada: pierde mucho en la parte policíaca, aunque sea corta, que resulta poco creíble en nuestro país.
Los personajes bien caracterizados, con mujeres fuertes y decididas, pero en esta novela, como he avanzado al comienzo, pienso que la autora se ha pasado introduciendo actores (es posible que para la trama policial necesitara muchos, pero creo que con bastantes menos hubiese sido suficientes, porque llega un momento en que no sabes quién pertenece a qué familia, ni si es de los buenos o de los malos).
Los espacios y ambientes perfectamente bien descritos, con algunas situaciones surrealistas.
El desenlace es el esperado y, como siempre, he terminado llorando (soy una romántica, no lo puedo evitar).
Me reitero en lo que ya he dicho en otras reseñas: me encantan los libros de desencuentros y para eso la Maxwell es única, no hay nadie como ella escribiendo historias de esas de ni contigo ni sin ti en este momento. Pero esta no es su mejor obra: lo policíaco se le va un poquito de las manos.

• Si quieres volver a tener a alguien a tu lado, no seas tonta e inténtalo. No te quedes con las ganas de qué podría haber ocurrido. Tuvimos mala suerte una pero eso no quiere decir que nos tenga que volver a pasar. Si nos pasara, siempre nos tendremos la una a la otra para ayudarnos a levantar.

Valoración: 7,5

Leído el 14 de Abril de 2.013

Montse Martín

Esta reseña participa en el mes del chick-lit: