No.
Lo siento.
No tienes derecho a mirarla baboseando.
No.
Lo siento.
No tienes derecho a hacer que se sienta incómoda.
No.
Lo siento.
No tienes derecho a cosificarla.
No.
Lo siento.
No tienes derecho a seguirla para ver a dónde va.
No.
Lo siento.
No tienes derecho a decidir con quién sale.
No.
Lo siento.
No tienes derecho a hacerla sentir miedo.
No.
Lo siento.
No tienes derecho a decidir por ella.
No.
La verdad es que no lo siento.
Es así.
Punto.
Se llama respeto.
Ese es el único derecho que tienes.
Respetarla.