Sé que lo que toca es hablar de lo sucedido ayer pero no.
No voy a dedicar ni un minuto a hablar del día después.
No voy a hablar de ganadores.
No voy a hablar de perdedores.
No voy a hablar de hundimientos, ni de baldosas.
No voy a hablar de decepción.
No voy a hablar de vergüenza.
No voy a hablar de rebeldía, ni de sumisión.
No quiero hablar de promesas, ni de incumplimientos.
No voy a hablar de hartazgo.
No voy a hablar de esperanza.
No voy a hablar de desconfianza.
No voy a hablar de incompetencia.
No voy a hablar de volver a empezar.
Hoy no.