Cataluña ha dicho no a las corridas de torosesta mañana. Un paso muy importante en la lucha contra el maltrato animal y en favor de la civilización. Aunque todavía quede mucho camino por recorrer, Canarias desde hace diecinueve años tiene en vigor la prohibición, y Cataluña, desde enero de 2012, no podrá celebrar más este espectáculo.
Desgraciadamente, queda todavía mucha lucha por delante. Son quince las comunidades donde se puede seguir celebrando esta fiesta criminal. Además, quedan fiestas donde los toros son el centro de espectáculos sangrientos y violentos. El caso de Tordesillas es uno de los más famosos y más salvajes, pero en el resto de España y en la misma Cataluña, sobre todo en las Terres de l'Ebre (una de las nuevas “vegueries” aprobada por el tripartito ayer mismo) se celebran los llamados “correbous”. Son encierros donde en muchos pueblos se colocan bolas de fuego en los cuernos de los astados y se les maltrata con el consiguiente sufrimiento por parte del animal. Sin embargo, los políticos, no han tenido la valentía suficiente, tampoco los nacionalistas, de prohibir estos espectáculos populares por temor a la pérdida de votos.
Muchos de los taurinos, hoy preocupados y cabreados, hablan de libertad. Suponen que se puede elegir y por lo tanto, quien no quiera que no vaya a ver el espectáculo. Lo que pasa es que omiten, ciertas cosas, por ejemplo que las subvenciones por mantener la fiesta son enormes, que una gran parte de los gastos de las fiestas populares con festejos taurinos están subvencionados y pagados por todos. Y lo más importante, evitan hablar del sufrimiento del toro –es más, los más extremistas llegan a decir que el toro no sufre—, y del lamentable espectáculo de ver a personas gozando con el sufrimiento y tortura de un animal. Ellos hablan de libertad y de arte. Libertad para matar y arte de la tortura.
Naturalmente, ya ha salido Rajoy, el adalid anticatalán, el “salvador de la patria”. Esta vez nos quiere salvar de los catalanes que nos quieren quitar “nuestra fiesta nacional” --olvidando que en Canarias este hecho tiene diecinueve años de vigencia y se ha aceptado con toda la normalidad del mundo--, y se propone hacer de los toros, al igual que su compañera Espe-rancia, un bolígrafo, perdón quería decir un BIC (Bien de Interés Cultural). Como esto no lo puede llevar al Constitucional ataca por otro flanco. Por lo que es difícil saber cómo va a terminar esto, sobre todo viendo que los socialistas catalanes, salvo tres, han votado en contra de la prohibición. Hasta Montilla ha reconocido que ha votado en contra. ¿Qué pasaría si se propone hacer de las corridas un BIC en el congreso de los diputados en Madrid? Es una incógnita.
Hoy, a pesar de los pesares, es un día importante. Hay algo que no nos pueden quitar y es que ha triunfado una ILP (Iniciativa Legislativa Popular). Una iniciativa democrática nacida al margen del parlamento y que reuniendo los requisitos solicitados ha conseguido que los representantes del pueblo, hablen, discutan y voten sobre algo que les ha llegado directamente desde la soberanía popular catalana. Como tampoco pueden evitar que se hayan puesto los cimientos para hacer una sociedad más justa y menos sanguinaria.
Hoy, con esta ley, somos un poco mejores que ayer, más humanos. Más civilizados. De los diez mil toros que se matan al año en España, se salvarán a partir de 2012, quinientos. Hemos ganado una batalla, aunque cuidado, todavía queda la guerra.
Gracies, Catalunya.
Salud y República
P.D. Me acabo de enterar por Escolar de que la prohibición de los toros en Canarias fue a propuesta del Partido Popular. ¡Toma coherencia!