No a los cambios !

Los relojeros suizos, cuando se inventó, desecharon la idea del reloj a quarzo (con pilas)… No fueron capaces de visualizar el cambio, sus estructuras mentales sólo concebían el reloj mecánico a cuerda, con engranajes… esa ceguera les costó el mercado que habían liderado por años.

¿Porqué, incluso en personas inteligentes, existe tanta resistencia al cambio?

Porque tenemos un conjunto de creencias acerca de la realidad que nos impide aceptar nuevas ideas que contradigan esas creencias.

Las ideas revolucionarias, que producen grandes cambios en las empresas muchas veces se oponen a nuestra manera de ver la realidad y por eso no las aceptamos, buscamos evidencia en su contra, las ignoramos o peor aun: las distorcionamos hasta hacerlas coincidir con nuestra visión de las cosas.

Constantemente estamos tomando información del entorno y trabajando con ella, pero preferentemente elegimos aquellos datos que se acomodan a nuestras reglas y normas e ignoramos el resto… lo que causa que muchas veces desechemos ideas y oportunidades evidentes que pasan delante de nuestros ojos sin que podamos identificarlas.

En la administración de empresas esta seguera a permitido que se pierdan grandes oportunidades, nuevos mercados, mejores formas de hacer las cosas, soluciones a problemas difíciles, etc. Son los famosos PARADIGMAS.

Debido a esto es que personas externas a la empresa tienen mejor visión de las problemáticas y encuentran mejores soluciones a problemas que desde dentro no habían podido solucionar. Un tercero externo a la organización no está preso de las creencias internas, no tiene la misma manera de ver la realidad y eso les permite tener una visión menos contaminada.

Entonces la sugerencia es ser capaces de reconocer los  sesgos propios y estar preparados para superarlos. Los problemas de sus  empresas suelen ser más complejos, producto de los nuevos tiempos: mayor tecnología, más información de los clientes y trabajadores, legislación reguladora más rigurosa, mercados más competitivos y dinámicos, todo lo cual hace que las antiguas creencias hayan quedado obsoletas. Se trata de desafiar las soluciones existentes con creatividad y coraje, para que no les suceda lo que sufrieron los relojeros suizos.

Autor Ricardo Godoy

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