El miedo es una emoción esencial del ser humano que sirve para protegernos y empujarnos a defendernos de todo aquello que podamos suponer sea una amenaza. Lo lógico seria pensar entonces, que solo deberíamos sentir miedo ante una amenaza real, una amenaza donde se vea en peligro nuestra integridad ¿no es así?… ¿Por que entonces sentimos miedo de cosas que no han ocurrido o que existen solo en nuestra mente? Sencillamente porque las amenazas existentes ya no son letales ni tan directas y entonces las sustituimos por otras a medida que nuestro mundo se hace mas complejo. Es aquí cuando el miedo nos limita, ya que logra también obstaculizar nuestras facultades intelectuales y la capacidad de aprender.
Hoy en día la mayoría de los miedos que sentimos son irracionales, no son verdaderas amenazas, el miedo real, el primitivo, es un mecanismo para nuestra supervivencia, cosa que ninguno de nosotros en su mayoría, nunca ve amenazada. De modo que el miedo que sentimos al emprender algo nuevo no es real. En realidad es la incertidumbre de no saber si lo lograremos, se relaciona mas con la seguridad que tenemos de nuestras capacidades y destrezas.
El miedo al fracaso, por ejemplo, es simplemente el resultado de ciertos pensamientos negativos y creencias limitantes (luego les escribiré sobre ellas). Una buena forma de minimizar esas creencias limitantes y vencer el miedo es, en primer lugar, abrir nuestra mente, y en segundo lugar alimentarla con pensamientos positivos.