Revista Coaching

No basta con ponerse las mejores tenis

Por Vivaconproposito

Una de las particularidades de la sociedad actual costarricense es su mayor apertura hacia la práctica del ejercicio físico al aire libre, la carrera continua y sus variadas competencias celebradas cada fin de semana muestran como cada vez son más los participantes que gustan de esta disciplina individual que implica dedicación, constancia, esfuerzo y sacrificio en cada entrenamiento; sin embargo un aspecto que merece especial atención es la forma en que cada persona debe correr con el fin de que sea una práctica segura.

 A pesar de la naturalidad que esta actividad tiene para el ser humano desde sus inicios, con el tiempo y la evidencia ciéntifica han surgido una gran variedad de nuevas propuestas en lo que a la técnica de carrera se refiere; una parte importante de esta renovación obedece a un aumento en las lesiones que sufren sus participantes en tobillos, rodillas, caderas y musculatura del tren inferior. Esto a su vez ha permitido un mayor aumento en la busqueda de calzado especializado que ”prevenga” y haga ”segura” dicha práctica; lo curioso de esto es observar como sigue habiendo una reincidencia en las lesiones o la aparición de otras en diferente localización; si bien es cierto, la principal ventaja que ofrece el calzado deportivo es la protección del pie y una pequeña contribución en la amortiguación del impacto una vez haya contacto del pie con el campo, para desgracia de muchos el aporte tecnológico se queda corto.

Entonces, ¿De que depende poder ser un corredor más resistente, rápido y eficente tecnicamente? Para muchos la respuesta es obvia y dirán que del entrenamiento y en efecto tienen toda la razón, pero cuando nos enfocamos en este importante apartado muchas veces tenemos la creencia de que lo que hacemos día con día en el gimnasio, la carretera o la montaña nos conducirá directo al éxito; sin embargo, lo primero que debemos tener claro es que quiero lograr con el entrenamiento y para que me va servir.Anteriormente se consideraba que sin importar la disciplina deportiva el entrenamiento de la fuerza era igual para todos y que su mejoría iba a influenciar directamente el desempeño físico específico de la actividad de interés; hoy las cosas deben cambiar pues la única manera de lograr dicho cometido es reproduciendo en el máximo de posibilidades movimientos y gestos técnicos específicos de lo que quiero mejorar.

Siguiendo en la línea de los practicantes de carrera, para su entrenamiento es indispensable comprender como actuan las cargas externas sobre las estructuras corporales, ya que de eso depende la programación de los ejercicios que necesito para la ganancia de fuerza y resistencia muscular, estabilidad dinámica de tobillos, rodillas y caderas y una contribución en la eficiencia mecánica del movimiento técnico; en primera instancia sabemos que un corredor siempre mantiene una trayectoria en un plano transversal (horizontal) en el que debe contrarestar la inercia que genera, el momentum que produce relacionado con la explosividad del movimiento y las fuerzas de reacción contra el campo que serán proporcionales a las generadas por el cuerpo a la hora del contacto con la superficie de manera que le permitan tener la capacidad de acelerar y reaccionar según las demandas de la actividad y desacelerar  a una alta velocidad de ejecución sin caer en una lesión.

En palabras simples, el entrenamiento deberá ser aplicando cargas en el plano horizontal en diferentes progresiones y enfocandose primeramente en la desaceleración del movimiento ganando estabilidad articular dinámica específica (tobillos, rodillas, caderas) y más tarde aceleración para un desenvolvimiento más explosivo pero en un porcentaje el mucho más seguro; de lo contrario las sentadillas, desplantes con carga compresiva (peso a favor de la gravedad) y todos los aparatos biomecanicos no garantizarán mejoría específica en lo que realmente queremos, ser un mejor corredor tanto en los entrenamientos de carrera como propiamente en las competiciones.

En relación con la técnica correcta a la hora de correr, los principales cambios se han implementado en la biomecánica del tren inferior, de como deben moverse la piernas y colocar los pies en cada zancada. Si desmenuzara cada parte de la misma abriría un espacio para la discusión, de ahí que lo más importante de tomar en cuenta cuando inicio, retomo o modifico la manera en que corro es el bienestar que pueda sentir cuando lo hago ya sea apoyando parcialmente el talón o bien el metatarso pues no existe una forma perfecta de como se debe hacer solo opciones que me dan la posibilidad de descubrir cual de todas es la que mejor se ajusta a mí.

Con lo anteriormente descrito, mi intención es invitar a quienes practican esta especial actividad a ser curiosos y críticos a abrir la mente y dar cabida a interrogantes que me lleven a descubrir al día de hoy como y porqué hago lo que hago en la forma en que entreno, a bucar profesionales capacitados que puedan brindar un aporte válido y tener la ambición de seguir creciendo haciendo lo que nos gusta sin comprometer la integridad física por mitos, estereotipos o información equivocada proveniente del medio.

Y recuerde, no existen tenis ni accesorios mágicos, solo complementan mi entrenamiento o son un premio al esfuerzo que hago en cada uno de ellos. A entrenar


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