Revista Cultura y Ocio
No busco una mujer con salida al mar, ni con pestañas cortas, ni con sueño, no quiero viernes, ni lunas, ni días felices, me alcanza un vino indefinido y un hablar enfermo sobre nada, no busco una mujer con salida al mar, ni con piernas largas, ni con sueño, me sobra que mueva las manos y que no sepa lo que dibuje, que trepe del mantel al cuadro así, como si dijera algo, como si me diera nada, no busco una mujer con salida al mar, ni con sueño en las pestañas, no quiero eneros, ni azules, ni días largos, me alcanza un hablar enfermo sobre nada, como si dijera algo, como si me diera tierra.