No por ser muchedumbre, y opinar lo mismo, se tiene razón.
En las redes sociales hay de todo. Y en especial prevalece el anonimato, el tirar la piedra y ocultar la mano.
Lo de esta semana, victimizar a una persona que aparentemente cae tan bien, como Clara Lago, por su aparición en “El hormiguero”, deAntena 3, no me ha parecido nada bien.Este vecino del mundo vio sus declaraciones y le parecieron de lo más coherentes. Ni por un momento me imaginé que “la cosa” iba a tomar estas dimensiones, ni que tuvieran que salir colegas a la palestra, cosa que me parece loable, para ayudarla moralmente.Otra cosa es que muchos de los que luego le mandaron mensajes hirientes vía twitter, u otros, se dieran por aludidos ante una manera de actuar para sacarse una foto, la suya, la de ellos, que les parece tan “normal”.
Normalmente, nosotros somos nuestros mejores amigos, otra cosa es que siempre tengamos razón en nuestro comportamiento, pero “ahora me saco una foto con “ese” porque me apetece, porque yo le doy, de vez en cuando, dinero a él, y le entro si quiero como un elefante en una cacharrería”, no está bien, y nunca lo estará
El oficio de la Señorita Lago es actuar y recrear el personaje para el que se le paga, no el de convertirse en geisha sumisa de nuestros deseos, aunque solo sean obtener de ella una foto, o dos, por si acaso.
Ella podía incluso ser hasta cruel, y solo pidió a instancias del presentador, Pablo Motos, que la gente antes de sacarse la foto, con ella o con el Sursum Corda, bien conocido, por cierto, en todos lares, se lo pensase. Y eso, parece, que ha escocido. Claro está que parece que lo que molesta es lo de “pensar”, recapacitar.
He visto la manera de actuar de muchos “capturadores de momentos”, y la mayoría lo hacen sin el menor rubor, se ponen delante, muchos sin dirigirse al famoso, y se sacan una foto. Por cierto, olvídate del "gracias".
Da la impresión de que lo que hacen es parar, en una moviola gigantesca, la vida del conocido, y “ahora me brindas medio minuto, o lo que haga falta, de tu vida, porque yo me lo merezco, porque soy el rey de mi casa, porque alguna vez he pagado por ver alguno de tus trabajos”.
Este vecino del mundo es hijo de esa época en la que solo existían cámaras de fotos analógicas. Tardabas días en terminar un rollo, y otros tantos en tener las fotos en papel.
Nunca, nunca, he sacado fotos a actores que yo he admirado, ni a los otros tampoco, y que por cosas de la vida, al pasar tres años en Londres, he tenido posibilidad de cruzarme con gente como: David Hemmings, Terence Stamp, Bob Hoskins, Edward Fox, Sissy Spacek, Alan Bates, Ian Ogilvy…, y nunca, nunca, he querido inmortalizar el instante. Porque no quería robarles segundos, y a la vez quería disfrutar del momento, respirar el mismo aire y aprenderme detalles, de ellos, del momento. ¿Que la gente no te cree? Sí me creen, y de lo contrario peor para ellos.
Ha hecho mucho daño ese pensamiento/cultura de que “el cliente siempre tiene razón”. El cliente tiene razón…, cuando la tiene. Por esa regla de tres, “si tú pagas”, quiere decir que desde tu óptica la otra parte es una especie de “prostituta” que ni puede opinar, ni siente, ni padece.Aparte de que en este caso, y en cierta manera, hay un componente de machismo: chica joven que no sabe, y no debe de opinar, ¿o no?
Pues qué queréis que os diga, uno tiene su corazoncito y durante ese programa, estuve más atento a las muestras de cariño, si las hubiere, entre Clara y Dani, para comprobar si su romance continúa. Y su romance continúa. Y me alegra por ello, y porque este año me brindaron la mejor gala de unos Goya que fueron más de sentimientos que otras veces. Él, Dani, estuvo como profesional, de 10 sobre 5, y ella con una humanidad y candidez que alumbró a todos. Pero todo eso ya lo comentó este vecino del mundo en su momento (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/02/gala-de-los-goya-2015-lluvia-de.html)
¿Lo demás? Puro egoísmo nuestro y pintarlo de mil excusas.Por cierto, Clara, no debías haberte disculpado, porque no has hecho nada más que dar una opinión, la tuya. Las salidas de pata de banco han venido con un aparente atolondramiento detrás de la cámara de un móvil por aquellos, que en realidad, sólo se miran así mismo. Eso lo han hecho otros, que además creen que la mejor defensa, la suya, es un ataque en toda regla.
Lo dicho, puro egoísmo, e incluso envidia, y pintarlo de mil excusas.
*FOTO: DE LA RED