Revista Comunicación

No (coma o no) estamos solos

Publicado el 11 marzo 2017 por Jose Salgado @exelisis

Es Sábado, queda una hora para que me ponga a cocinar y me he sentado para escribir el post hace casi dos horas. Los que nos gusta escribir a veces nos pasa que queremos escribir pero no conseguimos centrar ideas y se nos va el pensamiento para todas las direcciones, y es mismamente lo que me ha pasado a mí, con lo que he optado por parar y dedicarme a realizar un trabajo más propio de lado izquierdo del cerebro y de paso, facilitarme el trabajo de preparar reportes estadísticos -un aburrimiento importante pero necesario en el mundo de los negocios.

Como ya he acabo de montar el prototipo y de enviárselo al equipo, aquí me tenéis de vuelta buscando un tema sobre el que escribir mientras suena Time to say goodbye, lo que me hace dispersarme más todavía en reflexiones como si la música se creo para reflejar un estado de ánimo o provocarnos un estado de ánimo, y después de estos últimos días en las que me han dicho lo que nunca había tenido que oír, que me han hecho un electrocardiograma y en la que me he levantado a las siete de la mañana para llevar a los niños a un partido de basquet que no se ha celebrado por la lluvia, la verdad es que estoy pensando en el ser humano, sobre si no estamos solos o hay que poner una coma.

Con esta reflexion no me refiero a una sensación que recorre esta sociedad, sino a algo más grande, que para me gusta ponerme metafísico para explorar ideas lo más grandes posibles. Me estoy refiriendo si hay vida después de la muerte, si estamos solos en el universo y si somos la máxima evolución de la especie humana y si esta se ha de tomar como proceso constante de mejora o si han existido otras civilizaciones anteriores a la nuestra que estaban más evolucionadas -aplicando el significado que queremos a este concepto.

No puedo daros una respuesta, al menos una respuesta que pueda contentaros a todos y sobretodo, una respuesta usando los parámetros científico que tomamos ahora como barómetro de la verdad. Pero soy de los que también cree que hay verdades que a día de hoy no podemos plasmar en una fórmula matemática, constriñendo estructuras de saber un el microscopio binario que solo nos indica si o no dejando de lado cientos de matices que podrían existir en la descripción y conocimiento de la realidad.

Personalmente, y sin ningún tipo de dato, creo que las tres son probablemente ciertas: hay más vida el universo que nosotros mismos, creo que la muerte no es la última parada y creo que hay algunos datos que no cuadra con la historia tal y como nos la cuentan. No se si esto me cataloga como bicho raro, pero lo que te puedo asegurar es que no me tranquiliza en absoluto y me sería más sencillo aceptar las verdades oficiales y vivir tan pancho pensando que soy la pera limonera y que la cera que hay es la que arde, pero plantearse escenarios distintos hace que yo me haga más preguntas de las que serían necesarias.

¿Sabéis esa sensación de cuando alguien cuenta un chiste y todos se ríen menos tu?, esa sensación de que me estoy perdiendo algo -y creo que la mayoría de la humanidad- Me da en la nariz que no hemos empezado ni a rascar la superficie de lo que somos, que hacemos y que narices pintamos en todo esto. Supongo que debería de aceptar que hay un plan para todo esto, pero la verdad es que por mucho que le he dado vueltas me es imposible encontrarle un significado. El consuelo que tengo es que suele ser complicado que un parte de un sistema sea capaz de entenderlo todo pero como consuelo es bastante deprimente y solo me sirve cuando llevo ya dos ibuprofenos.

A veces, y muy pocas veces, tengo momentos como cuando comprendí la estadística en la carrera, todo tenía sentido, todo cuadraba y era capaz de moverme en ese mundo de fórmulas, varianzas y covariancias sin perderme pero a la que me quería fijar en alguna de las partes para verla en plenitud, esa comprensión desaparecía y me quedaba con cara de tondo y volviendo a repasar porque el examen tenía fama de ser duro.

Así que uno vaavanzando a ciegas con intervalos de revelación que duran menos que una columna seria en cualquier periódico moderno. Lo que puedo decir es que cuanto más leo sobre el tema, ya sea filosofía, ciencia, matemáticas o ramas con menos glamour la idea de que somos parte de algo que se nos escapa constantemente por intentar entenderlo en vez de aceptarlo cobra cada vez más fuerza, lo cual -y de nuevo- no me consuela.

Tengo una mente un poco cartesiana y creo que tiene que tener un orden, incluso lo que aparentemente carece de orden lo ha de tener pero he aprendido a lidiar con esa incertidumbre y dejar lo que no se procesar en el cajón de eventos extraños, pero tener que vivir con la sensación de que no voy a ser capaz de darme una explicación lo suficientemente sólida como saciar mi necesidad de entender es particularmente irritante. El proceso de aceptar es realmente complejo, sobretodo cuando nola técnica tan usada en managemente de por mis cojones, sean los órganos de un dios, de dos, de un marciano o de un becario pasado de hormonas que casualmente es el hijo del jefe.

Faltando ya solo 10 minutos para que me ponga a cocinar, que os puedo decir, creo que no estamos solos pero no sabemos como romper ese muro que nos rodea y la sensación que tenemos -y es poco discutible- es de soledad y alienación. Por supuesto, si me preguntas como se puede romper, como se puede dar ese paso para no sentirse aislado, insignificante y entender que formas parte de algo que es tan grande como lo que tu mismo quieras aportar, la respuesta es que no tengo ni la más remota idea pero me encantaría tomarme un café contigo porque seguro que aprendo algo que quizás me cabree más porque no lo puedo entender en su totalidad pero sin duda, me acercará mas a alguna conclusión final.

[1] "Time to say goodbye" with Andrea Bocelli and Sara Brightman. Youtube


Volver a la Portada de Logo Paperblog