Revista Pareja

No comer azúcar hace pelear más a las parejas

Por Vero_loventine @loventine

no comer azúcar hace pelear más a las parejasSegún un reciente estudio realizado por la Universidad de Ohio, la falta de azúcar en el cuerpo hace que las personas se pongan de mal humor y redirijan su ira hacia su pareja. A su vez, sucedería igual cuando una persona experimenta mucha hambre. Tal vez por eso la palabra “hungry” (hambre en inglés) suene tan parecida a “angry” (enojo en ese mismo idioma.

“El simple hecho de tener hambre, resultado de bajos niveles de glucosa, puede ser un factor de tensión en las parejas, provocando discusiones e incluso violencia”, es la clara explicación del psicólogo Brad Bushman, principal autor de la investigación.

Porqué no comer azúcar hace pelear más a las parejas

Es común que muchos nutricionistas, médicos e incluso la Organización Mundial de la Salud recomienden que el consumo de azúcar no sea superior al 5% de las calorías totales. La justificación de que no deseche completamente este alimento y de que los especialistas se limiten a colocar una cifra mínima, se encontraría justamente en el hecho de que la total ausencia de esa sustancia produce enojo y efectos nocivos a la salud.

Para llegar a este resultado, los investigadores de Ohio reclutaron a 107 parejas. Les enseñaron a todas ellas la cantidad de azúcar que debían consumir y cómo medir si esto se estaba cumpliendo antes del desayuno y antes de irse a dormir. Luego los enviaron a casa con un muñeco vudú, con el cuál debían desquitarse clavándole alfileres (había 51 en total) en caso de enojo.

Los alfileres debían clavarse al final del día y la cantidad dependía del nivel de ira acumulado contra el cónyugue durante la jornada. El límite variaba de un alfiler (que significaba “no pasa nada”) a 51 (que se entendía como “mataré a este hijo de p… con mis propias manos”).

Luego de tres semanas de experimentación, las parejas a las que se les había ordenado que consumieran menos azúcar eran las que más alfileres habían clavado en sus muñecos. La situación fue la misma incluso en casos en que la pareja declaraba estar satisfecha de su unión. Contrariamente, quienes tenían altos niveles de azúcar sufrieron menos episodios de enojo.

Al respecto, los investigadores dijeron que “hay una clara relación entre los impulsos agresivos, como los que hemos observado con los muñecos, y una conducta agresiva real”.

Más adelante se realizó una segunda prueba. Esta consistía en pedirles a las parejas que presionaran un botón tan fuerte como pudieran cada vez que un punto rojo aparecía en la pantalla de una computadora. Los cónyugues competían entre si y el ganador podía someter a su pareja a un ruido fuerte, eligiendo intensidad y duración del mismo.

Esto les permitió a los científicos comprobar que quienes tenían menos glucosa en la sangre eran los que sometían a su pareja a los ruidos más fuertes y duraderos. Complemntaron el descubrimiento con un tercer experimento que reveló que aquellos que clavaron más agujas al muñeco fueron quienes eligieron los peores ruidos para su pareja.

Este experimento llevó a los científicos a confirmar, una vez más, que sentir hambre es una excusa considerada válida para enfadarse; y que muchas personas tienden a desquitarse con otros cuando padecen esa sensación.

La pregunta ahora es ¿Por qué sucede esto? Al parecer, una persona con poca azúcar se comporta agresiva porque el autocontrol es alimentado por la glucosa de la sangre. Cuando la energía brindada por ella se agota, provoca que disminuya la capacidad de control sobre las reacciones emocionales y violentas. Lo que pasa es que el control de la ira requiere de mucha energía.

Por esto , es mejor no ser tan estricto con la dieta y llevar siempre contigo un dulce o chocolate. Piensa que un 5% de azúcar no puede hacerte daño y que trae enormes beneficios a tu relación amorosa. De hecho, el doctor Bushman recomienda a las parejas que, antes de una discusión difícil, estén seguros de que no tienen hambre.

Cuidar los extremos

Si la ausencia de azúcar es perjudicial para la salud y para la relación de pareja, el exceso también lo es. Hay que tener mucho cuidado cuando se consume azúcar porque, al igual que una droga, también genera adicción, lo que deviene en diabetes, problemas cardíacos, obesidad y cambios en el comportamiento.

Una persona adicta al azúcar siente, al igual que un drogadicto, que necesita más de esa sustancia para sentirse mejor, aunque ya este saturado de ella. Cuando el sujeto no ve satisfecha esa necesidad, aunque cumpla con creces el 5% recomendado por los expertos, tienden a volverse agresivo con su pareja y a experimentar ira. Similar a que lo que ocurre cuando alguien no cumple con la tasa de azúcar adecuada.

Por esta razón, es importante cuidarse de no caer en ninguno de los dos extremos para preservar la salud y la relación amorosa.

Más información:

biut.cl

teknlife.com

abc.es


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