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Lo he vivido varias veces. La verdad, demasiadas veces. Un profesional ve que hay un hueco en su organización. Alguien por encima. Y recomienda a una persona para esa jefatura. Esta recomendación a veces es interesada “meto a mi amigo”, otras es inocente y generosa “tal es magnífico y nos vendría muy bien”
En los dos casos el resultado es el mismo. El nuevo tiene que afirmar su posición y demostrar su independencia. Te debe un favor. Y todo el mundo sabe tu contribución. Al nuevo solo le queda una solución: echarte.
Si tú esperas que paséis a una relación de confianza y trabajo conjunto, pues puede darse, sin duda. A veces. Pero repasa los libros de Historia. El 99% de los que llegan al poder, eliminan sistemáticamente a aquellos que les impulsaron hacia la cima. Aquellos que les conocieron en su mediocridad. En eso Stalin fue un maestro, más te debía, antes terminabas en el campo de concentración o con un tiro en la nuca.
Y es que el poder tiene sus reglas. Que no son las reglas de la profesionalidad. Luego si tienes que favorecer a alguien o impulsar a otro alguien hacia posiciones donde te va a dominar, no pienses como Profesional. Piensa como Politice.
De verdad, creo que me lo agradecerás.