El mismo día en el que Pablo Iglesias presentaba en Lavapiés el proyecto PODEMOS, uno se mojaba afirmando que éste solo podía ir en clave de unidad “Por fin un liderazgo con el que PODEMOS concitar la unidad de la izquierda en España”. Tan sólo 8 días después, y justo 4 meses antes del 25-M, éste infrascrito ya vaticinaba que “IZQUIERDA UNIDA y PODEMOS estaban llamadas a entenderse”.
Y parto de estas premisas para que no se dude de cuáles son mis intenciones desde que empecé a apoyar este ilusionante proyecto, no vaya a ser que el titulo de este artículo lleve a más de uno a pensar que ya no estamos por la necesaria y deseada convergencia de la gente corriente de “los de abajo” frente a la casta impresentable de “los de arriba”. (Baste echar un repaso a las últimas entradas de LA TERCA IUTOPIA para comprobar la veracidad de lo que afirmo “Un hito sin precedentes en España”, “Podemos no va contra IU”, “Cualquier voto antiexpolio es un voto que suma” “Las desmesuradas críticas a Podemos”,…).
Pero tras una campaña electoral en la que desde ciertos sectores de IU hemos tenido las peores críticas, ahora, de la noche a la mañana, y a la vista no solo de los buenos resultados de PODEMOS sino de sus mejores expectativas, la caverna del sistema tiene miedo y por eso inventa infames críticas, mientras que desde IU se nos lanza el guante de la convergencia con cierta prisa y, eso sí, en boca de sus responsables políticos más representativos, desde el ya antes convencido Alberto Garzón, a los neo conversos Lara, Centella y Meyer.
Y ahora es cuando yo comento a mi buena gente de los “Círculos Podemos” que no hay que tener prisa. Porque aunque no dudo que hemos de entendernos, creo que ni será solo con partidos a modo de ensalada de siglas, ni cayendo en las viejas prácticas de la negociación de los puestos en función de los resultados obtenidos y mucho menos de la imposición de los cabezas de lista que cada quien debe colar. Esos y otros vicios se subsanan con el método que siempre priorizó Podemos “las primarias abiertas” y por el que ahora, hasta el PSOE quiere incorporar en un intento desesperado de salvar sus propios muebles.
Podemos, vista la ilusión y el apoyo despertado en la ciudadanía indignada, está llamada a ser algo que no ha conseguido ni IU (el propio Garzón reconocía que hemos “ocupado el espacio que IU no ha sabido ocupar”), ni la Primavera Europea de EQUO, ni el 15-M, ni las Mareas. Se trata de -como recientemente ha afirmado su elegido y reconocido líder Pablo Iglesias- ser la palanca que posibilite la conformación de un nuevo Frente Amplio de Unidad Popular, cuyo nombre ya se vería, que concite a determinados movimientos sociales (tipo PAH, 15-M, mareas, mesas de convergencia, asambleas ciudadanas, colectivos de inmigrantes, ecologistas en acción, etc), políticos (Partido X, Equo, Poum+J, IU,…) y ciudadanía en general que ya está harta de tanta austeridad, de tanta impunidad, de tanta corrupción, de tanta mentira y de tanta “casta”.
Por eso manifiesto que, pese a que las elecciones municipales, generales y autonómicas están a la vuelta de la esquina, no hemos de tener prisa, porque como decíamos en el 15-M “Vamos despacio porque vamos lejos”. Tan lejos como que el bipartidismo ha comenzado su caída (por eso ladran), como que las mayorías absolutas de los Ayuntamientos ya se han acabado y como que vamos a gobernar sin morir de éxito, porque vamos con la gente corriente y con tod@s somos la mayoría. Pero tranquilos, no tenemos prisa.
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