Así como cambian las estaciones del año, las hojas de los árboles también cambian, así sucede con el paisaje interior de nuestra vida, este también cambia…
Es sorprendente como podemos regresar a ese niño interior que un día no muy lejano, hemos sido, el niño de la risa franca y desenvuelta, abierta, sin dobleces… de las caricias sensibles, envueltas en papeles de ternura y sabores a vainilla…a chocolate… ese niño que tenemos dentro y al que nadie debería dejar dormido en ningún rincón; u olvidado como algún juguete al que ya, le hemos perdido afecto…
Para los niños la vida solo se vive, se dona, se ofrece sin esperar recompensa, porque para el niño la vida es “EL HOY”… lo que sólo ahora acontece…
Para ti, para mi, es parar en este ser adulto y detenernos en mirarnos muy adentro…en escuchar entre todas las voces que vuelan al viento; pero que primero escalan en la mente y así, regresar en un instante paralizando las dolorosas situaciones que nuestra vida acarrea desde la infancia… dando lugar a un continuo oleaje de emociones que sin equilibrio no sabemos donde encauza.
Rememorando que en el ser Hombre o Mujer que somos, indefinidamente estará el niño que fuimos…
Recuerda que un niño desea obtener sueños que a medida que pase el tiempo pueden o no concretarse…y más aún cuando se siente que no lo merece…Y hemos sido creados para ser felices… No dejes de soñar… No dejes de traer tu niño interno y que acontezca la realidad absoluta de descubrir que estamos vivos, que hay esperanza. Que el perfume de las flores nos lleve a darnos cuenta que todo vale la pena…que lo que tus manos construyen trae la innegable generosidad del alma de ese niño que tienes muy dentro, pero que anhela y siente poder dar y darse a manos llenas y que cada instante se hace infinito y tiene para quien saber ver, mas allá de los sueños una mirada de eternidad…
Vive intensamente el presente, atesorando los recuerdos en un cofre muy valioso y confía tu futuro a las manos del Creador, ese futuro no nos pertenece, sólo Él puede llevar a buen puerto la obra comenzada…