Hace poco escuche una palabra cuyo significado no era muy claro para mí. Se trata de la palabra “procrastinar”. Esta, según wikipedia, se define como “la acción de postergar acciones o situaciones de suma importancia, por otras más irrelevantes y placenteras”. Al terminar de leer este articulo, entenderás lo importante que es el tiempo que tenemos en este mundo, y utilizarlo en disfrutar cada momento debería de ser una de nuestras prioridades.
Creo que todos, muchas veces, hemos practicado la procrastinación, y puede que debido a eso, nos encontremos en un lugar o en una circunstancia que no queremos. Solemos decir que algún día haremos determinada cosa, pero como no vemos de que forma hacerlo, pues simplemente le restamos importancia y lo dejamos para después.
Robert Kiyosaki es uno de los empresarios que ha revolucionado la educación financiera en Estados Unidos y en el resto del mundo. Su famosa serie de libros de “Padre Rico, Padre pobre”, lo han hecho uno de los escritores más leídos y controvertidos en los últimos años. En uno de sus libros menciona que la palabra más destructiva que un ser humano que quiere conseguir riqueza puede pronunciar es “mañana”.
Quizá reconozcas alguna de estas frases: “Mañana empezaré a bajar de peso”, “Mañana voy a dejar de fumar”, “a partir de mañana me capacitaré mucho más para ser mejor en mi trabajo”, “mañana dejare de sentir miedo cuando hablo frente a otras personas”, “mañana le diré a esa chica que me gusta”, “mañana voy a empezar a ahorrar”, “mañana voy a empezar a estudiar”.
Ahora, la pregunta es ¿Cuándo es mañana? A mi modo de ver, el mañana no existe, porque cada día presente siempre lo llamaremos “hoy”. Y ese futuro incierto llamado “mañana”, siempre lo mencionamos a la hora de programar las más urgentes actividades de cambio en nuestras vidas. Voy a mostrarte como puedes hacer para que la procrastinación no siga frenando todos tus planes:
1. Hoy es el único día que tenemos en realidad: No podemos hacer nada frente al pasado, porque es algo inmodificable, y el futuro es algo que no conocemos. El único tiempo en el que tenemos el control y la responsabilidad de actuar es el ahora, hoy. Si eres de las personas que crees que debes hacerlo todo primero, para después disfrutar de la vida, déjame decirte que posponer tus momentos de alegría y de tranquilidad no te hará vivir mejor.
2. Planear está bien, pero debes empezar desde ya a cumplir tus objetivos: Ni tú ni yo sabemos la hora exacta en que Dios nos va a llamar y tendremos que partir de este mundo, por eso no podemos asegurar que “mañana” va a ser el día en que lo tendremos todo. No quiero que me malinterpretes, no estoy diciendo que no planees o que te traces metas en determinado tiempo. Es bueno hacerlo, ya que con eso enfocas tu mente hacia el cumplimiento inobjetable de tus metas.
Lo que quiero decir es que no pospongas tu derecho a ser feliz y a disfrutar las pequeñas cosas de la vida. Si vas a bajar de peso y hacer ejercicio hazlo a partir de ahora, si vas a ser más confiado y más atrevido, hazlo a partir de ahora. Todo empieza con una firme decisión de lograr lo que te propones, alimentada con el deseo inmenso de disfrutar del resultado final. De esta manera, iras en la dirección correcta que te impulsara a llegar hasta el logro de tus metas
3. No te apresures, “No por mucho madrugar se amanece más temprano”: Cuando digo que solo tenemos el hoy, quiero decir que debes incluir dentro de tus actividades diarias el compartir con las personas a quien amas, o debes darte un momento en cada día para disfrutar de lo que más te gusta hacer. Por ejemplo ver una divertida película, encontrarte con tus amigos, leer un buen libro, caminar por el parque, o lo que sea que te haga sentir alegría así sea por un pequeño instante.
No creas que debes hacer todo en un solo día, ya que siempre vivirás apresurado, estresado y hasta frustrado por dejar algo inconcluso. Planea teniendo en cuenta que debes dar tiempo para relajarte y aliviar las tensiones y preocupaciones.
Vive la vida con calma, pero no seas pasivo. Se disciplinado con tus metas, pero no te apresures. Solo haz que durante cada día halla tiempo para compartir con los demás y contigo mismo, acercándote más a tus metas y manteniendo una inmensa gratitud por cada minuto de vida, y con la fe inamovible de que lograras lo que te propones.
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