¿Cuándo nos referimos a una persona que “tiene gota”? ¿Sabéis exactamente sobre qué estamos hablando? ¿O solamente pensáis que es una inflamación del dedo gordo del pie que suelen sufrir algunas personas en la tercera edad? ¿O acaso ni eso?
La Sociedad Española de Reumatología (SER) y Menarini España han puesto en marcha una campaña denominada “No des pie a la gota”, precisamente con el objetivo de informar y desmontar mitos entorno a la gota, una dolencia que aún es muy desconocida, según un estudio impulsado por ambas entidades, sobre esta enfermedad que en España puede llegar a afectar a entre el 1% y el 2% de la población, habiéndose convertido ya en la principal causa de artritis en adultos, (siendo el 85% de afectados hombres). ¡Ahí queda eso!
Según esta encuesta, casi uno de cada tres personas preguntadas reconoce no saber nada sobre la gota, una enfermedad ocasionada por un exceso de ácido úrico en sangre que provoca la formación de unas sales que se depositan en las articulaciones y causan episodios de dolor intenso que, a menudo, se inician en el dedo gordo del pie.
En la Unión Europea, la prevalencia de la gota ha aumentado un 50% en las dos últimas décadas y hoy en día puede alcanzar hasta el 5% entre los hombres mayores de 70 años. Por su parte, las mujeres cuentan con hormonas que favorecen la eliminación del ácido úrico por el riñón, por lo que tienen unos niveles de urato más bajos hasta la menopausia.
Un 59% de los encuestados sí considera a la gota como una enfermedad vigente en la actualidad, siendo los más jóvenes (entre 16 y 24 años) los que aún la asocian a una patología del pasado (38%) y que se presenta muy raramente hoy en día. En relación con su origen, el 39% relaciona a la gota con un problema de las articulaciones, pero sólo el 29% sabe que es una enfermedad reumatológica.
Para concienciar a la población española de que cualquier persona puede sufrir gota en algún momento de su vida, la Sociedad Española de Reumatología (SER) y Menarini España han ideado el ‘Paseo de la gota’ para que los ciudadanos dejen “simbólicamente” su huella contra esta enfermedad.El objetivo de esta campaña es informar a la población y desmontar ciertos mitos sobre la gota, como por ejemplo, que se trata de una enfermedad del pasado provocada por excesos en la alimentación. (En otro post ya hablaré sobre más detalle).
Volviendo a sus principios, la gota se ha relacionado históricamente con los más poderosos y aquellos que podían permitirse ciertos lujos. Sin embargo, no es necesario llevar una vida de excesos para padecerla.
“Se piensa que es una enfermedad autoinflingida por malos hábitos y la realidad es que no es así. El problema real se debe en muchos casos a una ineficaz eliminación del ácido úrico por parte del riñón”, indica el Dr. Perez Ruiz, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología.
Además de la dieta, hay que tener en cuenta que la población está envejeciendo y por tanto, cada vez hay más personas con enfermedad renal crónica o que toman medicamentos, algunos de los cuales favorecen el aumento de los niveles de ácido úrico en sangre.
La percepción de muchos pacientes y profesionales es que la gota sólo se reduce a una inflamación aguda de las articulaciones, cuando no es así. Es una enfermedad con síntomas intermitentes en el estado inicial y que, en aquellos pacientes en los que el tratamiento no es efectivo, avanza provocando lesiones graves en la mitad de los afectados al cabo de una o dos décadas.El 78% de los españoles cree que se limita a la inflamación del dedo gordo del pie o a un dolor intenso en las articulaciones (58%) y sólo la mitad de los encuestados sabe que la gota también es un factor de riesgo para padecer un infarto de miocardio. No obstante, la mayoría de la población sí es consciente de que esta enfermedad afecta a la vida diaria de los pacientes (79%), provocando un deterioro en su calidad de vida (78%).
Según el Dr. Pérez Ruiz, “los pacientes suelen tener en cuenta sólo episodios agudos y creen que si desaparecen los síntomas no hay enfermedad, y esto es incorrecto. Además, se cree que la gota no se puede curar y no es así. Los cristales de ácido úrico se pueden eliminar con el tratamiento adecuado”. La terapia tiene como objetivo conseguir alcanzar y mantener unos niveles de urato al menos por debajo de 6 mg/dl de forma permanente. Prácticamente el 90% de los pacientes con gota necesitan tratamiento con medicamentos para ayudar a reducir los niveles a ácido úrico hasta el punto óptimo para el tratamiento.
La terapia debe ser progresiva y prolongada en el tiempo. “En ocasiones, una vez el paciente supera la semana de dolor agudo e intenso o aprende a convivir con el dolor crónico de baja intensidad, no vuelve a revisión. Una parte de la responsabilidad de estas conductas la podemos tener los sanitarios. El paciente afectado por la gota debe ser informado sobre las complicaciones de no seguir un tratamiento a largo plazo y de recibir tratamiento sólo cuando tiene crisis”, señala el portavoz de la SER.
Para combatir esta enfermedad, los especialistas están de acuerdo en que es fundamental un correcto diagnóstico y ofrecer toda la información disponible al paciente. “La mayoría de afectados deben mentalizarse de que tendrán que tomar medicamentos durante muchos años, igual que otros pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, pero también deben saber que los riesgos asociados o los efectos secundarios del tratamiento están claramente superados por los beneficios para su salud y su calidad de vida”, concluye el especialista.
¿Y vosotros? ¿Qué pregunta le formularíais al Dr. Pérez Ruiz sobre el tema? ¿Vuestros niveles de ácido úrico son los correctos? ¿Habéis sufrido alguna vez la inflamación del dedo gordo del pie o a un dolor intenso en las articulaciones? ¿Conocías que la gota puede ser también un factor de riesgo para padecer un infarto? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!Besos desde mi blog!!!
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