Líneas rojas que no se deberían traspasar
«De tanto decir que sí a todo, ahora no puedo decir a nada que no, doctora. Durante años era todo que sí y no faltaba de nada. Sí a aquello, sí a lo otro, sí a lo demás allá. Y ahora que lo perdí todo, doctora, no puedo decir a nada que no. No puedo negarme a recibir asistencia social, porque me moriría, y mira que soy orgulloso y quién me iba a decir a mí que las iba a pasar así de putas. Miro al horizonte y cuando el sol despunta cada mañana por el este veo que se alzan también las letras ene y o, no; que no hay futuro, que por mucho que amanezca sigue siendo de noche. Yo esperaba, en mi tontuna, algún rayo de esperanza en la entrevista del lunes al presidente en TVE, mira que soy imbécil y cretino, pero es que este hombre es el no personificado y es incapaz de generar una mínima ilusión. Es que no pronunció ni una sola vez algo semejante a “saldremos de esta” ni nada que se le pareciera, y mira que podía haberlo intentado, que a alguien tan familiarizado con la mentira no debe costarle demasiado. También me alarmó mucho que no trazara ningún límite en el recorte de servicios públicos, que no marcara líneas rojas (algo comentó de pensiones, pero conociéndole, los jubilados harían bien en llevarse la mano a la cartera). En suma, doctora, que por todas partes leo no, no y no, y si antes miraba al futuro con optimismo, ahora me da mucho pavor. Miedo no solo por mí, sino por el futuro de nuestros hij@s, por los noes a derechos y libertades que van calando y sobre los que se va a no-edificar el porvenir.»
Rajoy dice que la subida del IRPF era “absolutamente imprescindible” (entrevista íntegra)