Es tan delgada que se ve obligada a llevar ropa para niños de 10 años y es objeto de todas las miradas cada vez que sale de casa. Carole asegura que algunos intentan hacerle fotos o insultarla. "La gente es muy cruel, se paran y me sacan fotos como si fuera un espectáculo de circo. Es aberrante", asegura.
"Mucha gente me dice que tengo mucha suerte por ser tan delgada, pero yo desearía poder coger peso", afirma. "Desde mi adolescencia, la mayoría de la gente ha pensado siempre que soy anoréxica, pero nada más alejado de la realidad. Como como un caballo, nunca me salto comidas y me atiborro en un restaurante chino una vez a la semana".
