Revista Espiritualidad
No es necesario que nos corroa la envidia cuando vemos las riquezas materiales o los éxitos de los demás. Nosotros tenemos todo lo que necesitamos. Los bienes y los éxitos son efímeros, como la vida misma. Es más interesante profundizar en nuestro autoconocimiento, cultivarnos a nosotros mismos como personas, vivir con plena consciencia cada momento, elegir algo que nos gusta hacer y disfrutar haciéndolo. Cada vez seremos más felices porque estaremos avanzando en nuestros propios objetivos.Somos infinitos, somos una mina, ¿por qué envidiar a otros? La envidia no nos aporta nada positivo, no nos hace mejorar como personas, no nos hace sentirnos bien.El consejo 29 de Gurdjieff a su hija fue:
No envidies los bienes ni los éxitos del prójimo