Título original: They Were Expendables
Director: John Ford
Guion: Frank Wead. Libro: William L. White
Música: Herbert Stothart
Fotografía: Joseph. H. August
Género: Bélico
Reparto: Robert Montgomery, John Wayne, Donna Reed, Jack Holt, Ward Bond, Marshall Thompson. Paul Langton. Leon Ames. Arthur Walsh, Donald Curtis, Cameron Mitchell, Jeff York, Murray Alper, Harry Tenbrook, Jack Pennick. Charles Trowbridge, Robert Barrat, Bruce Kellogg, Russell Simpson, Pedro de Cordoba, Philip Ahn, Blake Edwards, Wallace Ford
Argumento
En el frente del Pacífico, durante la II Guerra Mundial, las lanchas torpederas están en entredicho. A pesar del esfuerzo y dedicación de unos hombres para que resulten armas letales contra la marina japonesa, y obtener diversos resultados positivos, apenas cuentan para la lucha. Y es que los altos mandos militares no los consideran imprescindibles.
Dos hombres, amigos entre sí, harán cambiar de parecer a sus jefes, tras alguno éxitos obtenidos, con la consiguiente pérdida de hombres.
Y ello a pesar de que, durante la primera fase de la Guerra, los norteamericanos serán barridos en Bataan, de infausto recuerdo para ellos.
Considerado como un trabajo menor del maestro Ford, apenas una película de propaganda, ensalzamiento de diversos valerosos hombres que el director conoció durante su estancia en el frente, y por ende del mundo militar, después de verla se puede llegar a la conclusión de que es una buena película.
Toda ella está supeditada, eso queda claro, a lo ya expuesto anteriormente, pero Ford no duda en inmortalizar, además de la valentía, honor y amistad entre los soldados, sus dudas y frustraciones. Además, finaliza con la retirada de las tropas estadounidenses, con la promesa del General McArthur de que volverán a reconquistar las islas, como así sucedió, pero tras la clara derrota y todo lo que ello conlleva.
Ford demuestra su saber cinematográfico al cortar magníficamente sus escenas, siempre con el tempo justo, ni más ni menos.
Consigue una admirable interpretación, incluso de John Wayne, excelente en la escena de las últimas palabras durante el funeral de un compañero muerto en combate.
Pero también hay estupendos momentos, llenos de intensidad y emoción contenida, como el intento, bajo casi casi la oscuridad total, de la operación por parte de un doctor a un soldado gravemente herido.
Y las escenas de amor entre Wayne y Donna Reed (maravillosa) rezuman sensibilidad y pudor.
Me ha parecido creíble y contenida en su loa militar, resaltándose, o así me lo ha parecido, los valores humanos de personas en una de las peores situaciones que puede vivir: una guerra.
Magnífico sonido, apartado por el que estuvo nominado al Óscar, junto a los efectos especiales.