Eso he dicho: no eres como el bambú por más que te empeñes, y sin importar qué creas. El bambú tiene unas cualidades que, puede que aposta o sin querer, tú rechazas.
Comprendo que quieras aferrarte a algo que te proporcione bienestar. Me simpatiza que tengas el deseo de aprovechar la inspiración para ganar en seguridad. E incluso me alegra que prefieras pensar en poner remedios, en vez de aferrarte a las quejas.
Pero no está en mi naturaleza fomentar el autoengaño ni las pajas mentales. Por eso, en cada escrito que hago te animo a mantener el escepticismo al nivel óptimo. No hay que ser ni demasiado crédulos ni demasiado desconfiados.
Y esta vez, le voy a tocar las pelotas al que cree demasiado en toda esta parafernalia del Desarrollo Personal. Y también a los consumidores de estilos de vida.
Lo voy a hacer en varios compases, retratando distintas situaciones que he encontrado durante los últimos quince años.
A saber, caen en dos categorías:
- Los motivos por los que nos engancha todo esto.
- Actitudes descabelladas tanto por parte de los oferentes como por parte de los demandantes, que los deshumanizan a ambos.
Mi afán con esto no es desmontarle el negocio a nadie, a no ser que lo haya basado en fachadas y en vender humo. Me interesa más lograr un beneficio global, que de hecho no se traduce en dinero.
En este caso, busco que tanto individualmente como en conjunto dejemos de alimentar la maquinaria que nos saca la bolsa y la vida. No sólo nos buscamos problemas para nosotros mismos; sino que dificultamos que se puedan resolver.
¿Y eso por qué?, te preguntarás…
En resumidas cuentas, porque estamos alimentando y consumiendo un tipo de pornografía diferente
Ya lo decía en publicaciones anteriores (como la de los negocios neuróticos y la del acoso a la autenticidad). Es demasiado habitual acabar en un baile de máscaras. Hay demasiadas personas postureando hasta el infinito.
Y para colmo, en este mundillo del desarrollo y la reinvención personal está PROHIBIDO tener cualquier pensamiento discordante. Ojito, porque te machacan a la mínima que expreses algo que reinterpreten como negatividad y escasez. Lo de tener criterio personal y otras prioridades (como pagar el alquiler); ya si eso mañana.
Tienes que crecer y actuar deprisa. Cuanto antes mejor. De hecho, ¡para ayer ya es tarde!
Y sin embargo, el bambú se toma la licencia de crecer y florecer en periodos de entre 28 y 50 años. Y no hay cojones a forzarlo.
Por eso no eres bambú: permites que este entorno determine la profundidad de tus raíces; así como el ritmo y la dirección de tu crecimiento
Y más allá que eso, permites que determinen tu valía en base a lo que demuestras. No se toman la molestia de profundizar contigo, y te animan a que tú tampoco lo hagas con nadie.
Por eso, a veces hablo de ellos como pelotas de mierda vestidas con el papel dorado de bombón un Ferrero Rocher.
Personalmente, odio tener que aparentar una vida perfecta para conservar la respetabilidad en ciertos círculos.
Si no lo logras, siempre es culpa tuya. ¡Nunca de los consejos y gurús que sigues!
Y por supuesto, en ese estado no puedes vender nada a nadie según su retórica; con lo cual es perfectamente normal que no consigas trabajo por cuenta propia ni ajena… Y así, el círculo vicioso perfecto nos lleva al embudo de la muerte más sofisticado en la actualidad.
En el porno del lifestyle somos más perfeccionistas y feroces
Todo esto prospera porque, a nivel bioquímico; se dispara la misma reacción siendo o haciendo algo que viéndolo. ¡Una mala jugada de la empatía y de nuestros mecanismos de aprendizaje innatos!
Hay estudios que prueban que tu cerebro no distingue tanto entre ser un mero espectador y un participante activo de la experiencia. Por eso triunfan los gameplays en YouTube. A efectos prácticos, ver a otro jugar a un juego produce las mismas sensaciones que jugarlo uno mismo.
¡Y aquí va una sorpresa!
Aunque seguro que ya te lo imaginabas; el mismo efecto se traduce a las redes sociales de influencers y celebrities. Podrías decir que te acercan a ese estilo de vida, y ese es su canto de sirena.
Cuando pones en ellos tu atención, les das un poder sobre ti que te costará mucho recuperar.
¡Peor todavía si empiezas a compararte con ellos y ponerlos como referentes!
Y no es algo tan raro, sino más bien tristemente frecuente; según el nivel de madurez y la solidez del carácter y el amor propio de cada uno.
Aunque no es que sea nuevo eso de tener ídolos; sí que lo es la forma en que reaccionamos ante ellos actualmente.
Desde que las redes nos permiten crear un escaparate público, tenemos todavía más fácil caer en el juego de las comparaciones. De hecho, está finamente ajustado para que ese sea el caso.
Cada reacción que tenemos en una red social dice a los demás cosas sobre nosotros mismos. Las cuentas que seguimos, las publicaciones que compartimos y todo eso.
Todo por la venta de vidas ideales.
Otro motivo por el que no eres bambú: compras avatares en vez de simplemente ser tú
Cuando hablo de comprar avatares, me refiero a que pretendes interiorizar cosas que tal vez no casan contigo ni te representan. Y también quiero decir que antepones eso a pararte a descubrir lo que de verdad tiene sentido para ti, y expresar eso (o exteriorizarlo, si prefieres) en tu vida.
Que ojo, tampoco es algo nuevo. Siempre hemos tenido una especie de checklist para saber que hemos cumplido con nuestra búsqueda de la vida de provecho.
En su día se decía eso de plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo. Actualmente, sin embargo, la vida perfecta consta de varios packs:
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El pack get money, fuck bitches
Típico de actores, músicos y personalidades como Dan Bilzerian, Hugh Hefner y Silvio Berlusconi. Barcos y putas, lo llamamos en español.
Se trata de juntar dinero para vivir un estilo de vida que rebase los límites de lo decadente y la depravación; y compartir esto con otros.
Por supuesto, su aparato publicitario crece a medida que logran esta notoriedad. Y eso se traduce en más money para más bitches. O casas, coches, viajes y transportes de lujo privados.
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El pack del buscavidas
Típico del que tuvo una idea de puta madre sin pasar por la universidad y le salió bien la jugada. Dicen que fue el caso de Bill Gates y que es el de muchos emprendedores famosos de hoy.
En este caso, se trata de alimentar una falacia lógica que nos lleva a glorificar y tratar de emular los casos de éxito; ignorando selectiva y convenientemente a todos los que se arruinaron siguiendo procesos similares en condiciones semejantes.
Por supuesto, esto permite la floración de expertos espontáneos y su actividad principal. Sin que yo lo diga, ya la conoces: venderte sus sistemas para replicar sus éxitos.
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El pack del bambú
Este es el más divertido de todos para mí. Es típico del 90% de los blogueros, youtubers e influencers.
Se basa en desarrollar capacidades tales como la espontaneidad, la resiliencia, la flexibilidad del carácter y la fluidez. Son cualidades típicas de esta familia de plantas; que cuenta con capacidades tan sorprendentes como la de crecer hasta 91 centímetros cada 24 horas.
Bai Juyi, un antiguo poeta y gobernador chino, se hizo eco de las formas en que tradicionalmente alaban su rectitud (en el sentido de honestidad), su elegancia, su sencillez y su integridad. De hecho, en un poema suyo, además de reflejar esas cualidades también destaca que, tal como el bambú; una persona gentil no necesita ser físicamente fuerte, sino mentalmente.
Generalmente se busca con este desarrollo el maná de vivir de tu pasión. El rango de dichas pasiones va desde mostrar productos y servicios a otros y recomendarlos, hasta rescatar negocios tradicionales y trasladarlos al ámbito digital.
Y en base a estos packs tratamos de cumplir con la expectativa de una buena vida
Sin embargo, tal como nos contaba Maggie en Emprender Online: de la magia al éxito; lo que nos hará realmente felices y exitosos es diseñar nuestro propio pack.
Y para ello se puede seguir consejos y recibir ayuda externa, por supuesto. Eso sí, siempre y cuando seamos conscientes y responsables del modo en que llevamos este tema.
La gente tiende a entender el proceso al revés. Suelen hacerlo así:
- Encuentro una persona que refleja lo que creo que quiero.
- Me fijo en todo aquello que la distingue de mí.
- Busco cómo conseguir o desarrollar las cosas que me faltan en comparación.
- Encuentro más personas que tienen esas cosas y dicen que saben ayudarme a conseguirlas.
- Compro sus consejos y trato de lograrlas.
- Hay cosas que funcionan y cosas que no; así que sigo comprando, comprando, comprando…
Cuando en realidad, lo que deberían hacer es otra cosa

Si de verdad quieres diseñar tu pack de manera consciente y responsable; plantéate ser un poquito como el bambú, pero de verdad:
- Conoce tu esencia y manifiéstala. Es decir: quién soy hoy, y cómo puedo expresarme mejor en este mundo. Si nos hacemos conscientes del modo en que manejamos nuestra historia personal, nos volvemos capaces de cambiarlo.
- Descubre tu potencial y explótalo. Es decir: cómo quiero que sea mi vida, y qué puedo hacer para lograrlo desde mi esencia. Es a partir de ahí que se pueden detectar las verdaderas carencias y necesidades; no de la comparación con otros.
- Apóyate en personas que te resulten familiares. Una de las especies de bambú (Phyllostachys bambusoides) tiene la curiosa capacidad de florecer al mismo tiempo en todas partes; independientemente de su localización geográfica y de las condiciones climáticas a las que se exponga.
Este último apunte me sirve para ilustrar dos tipos importantes de apoyos
Son las personas a las que escojas como mentores, y aquellas a las que escojas como tus iguales y acompañantes.
En ambos casos saldrás ganando si compartes rasgos en común y puedes conectar realmente con ellas. Y estoy seguro de que sabrás reconocerlo sin que lo diga yo, pero por si acaso…
Podréis coexistir y compartir, más allá de las imposturas, de las máscaras y de los packs
Sabrás que acertaste si puedes abrirte por completo con ellas; y recibir gratitud, aceptación, calidez y auténtico interés por su parte. Si hay más presencia que otra cosa.
Como habíamos dicho antes, uno de los rasgos de los negocios neuróticos es la masificación y la impersonalidad.
Por eso, siempre puedes beneficiarte de los conocimientos de algunas personas que, en su afán por crecer y por alcanzar mayores audiencias; prefieren automatizar lo que hacen y convertirlo en un servicio evergreen de 1 a N.
Y por eso mismo también, cuando te sirves de ellos para lo que necesitas terminas por abandonarlos. Dejan de resonar contigo; algo completamente lógico cuando resuelves la carencia que te llevó hasta ellos en primer lugar. Y más todavía si no consiguieron generarte carencias nuevas en el proceso.
Prefiero no alimentar las cosas que me parecen mal, así como apoyar las que me parecen bien
Estaba harto de escuchar y emitir quejas a diario. En cada encuentro, quedada y conversación surgía algo cuestionable.
Y como yo, seguro que tú también estás hasta el gorro de ver quejas sin fin; y nada de propuestas diferentes. Todo el mundo apostando ciegamente al mismo modelo, porque parece que funciona… Incluso si eso significa perpetuar lo que nos incomoda y nos asquea.
Es uno de los motivos por los que yo prefiero Emprender Fluyendo, y lo que me llevó a escoger el modelo de comunidades de aprendizaje para trabajar. Pero no dejes que te lo cuente.
Búscate tu propio grupo de pares (ya sea mastermind, focus group, tertulias y debates o red de colaboración), y participa de ellos. Conforme crezca en cercanía se desviará de su propósito original y se parecerá cada vez más a una comunidad de aprendizaje. No me hagas caso a ciegas: experiméntalo. Y luego vienes y lo compartes con nosotros aquí. 🙂
Así que, si quieres, cúentame cómo ha sido tu caso
Si has logrado parecerte un poquito al bambú, a pesar de este ambiente que nos rodea; me gustaría que me cuentes tu experiencia.
Y si andas todavía en el camino y estás aprendiendo a desarrollar esos rasgos que te harían parecerte… También me apetece conocer tu situación.
Déjame un comentario y dime qué hiciste cuando te relacionaste con alguien desde la carencia y dudando de ti mismo. Y si no es tu caso, déjame tu comentario hablándome de cómo has logrado evitar que se aprovechen de tus inseguridades y prosperar a pesar de no seguir la pauta de los packs. 😉
Un abrazo, y hasta la próxima entrada.
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