Revista Comunicación

No eres lo que dices eres lo que te gusta

Publicado el 14 diciembre 2016 por Jose Salgado @exelisis

Creo que fue el fundador de Planeta el que dijo que si tu trabajo es tu afición entonces no puedes llamarlo trabajo. Quizás sea que yo tenga más aficiones que trabajo y no me puedo incluir en esta definición ya que me encanta cocinar, me encanta el marketing, me gusta la tecnología, la filosofía. Aunque pensándolo bien el problema es que yo no tengo una afición sino que mi afición es sencilla, aprender cada día un poco más.

Pienso que lo que realmente nos gusta y nos apasiona es lo que nos define como personas, en mi caso son demasiadas, pero hay otras que tiene aficiones que le absorben por completo y se dedican en cuerpo y alma a ellas en la medida que tienen tiempo y presupuesto para invertir. Un amigo es un fanático de los trenes y lo colecciona todo, desde maquetas, guías, billetes, todo lo que puede caer a su alcance y se lo puede permitir lo guarda como un auténtico tesoro.

Son todas ellas personas interesantes, no tanto por su constancia, sino por el amor que le dedican. Una vez le pregunté si había calculado el tiempo que había invertido y la respuesta fue una de esas que te da que pensar, realmente no tenía ni la más remota idea de las horas que había dejado en esa afición pero si me podía asegurar que en ese garaje existía mercancía por valor cercano a los cien mil euros.

Como yo vengo del mundo de la tecnología y mi santo preferido es San Backup -para los que no sepáis que es, en castellano se le llama copia de seguridad y solo se usa en caso de algo ocurra y perdamos toda la información del ordenador o de los serviodres- mi pregunta era obvia, ¿y lo tienes todo aquí sin más? No le veía realmente preocupado, estaba tranquilo de que no le pasaría nada y cuando una pieza se estropeaba el mismo dedicaba meses en repararla.

Yo no se como puede estar tranquilo sin tener un plan de seguridad en el caso que caiga una tormenta, le roben o tenga un incendio. A día de hoy existen millones de opciones para asegurarse la tranquilidad, al menos financiera, de no perder toda la inversión que se hace en estos temas. Existen soluciones para cubrir este tipo de aficiones o seguros especialistas en seguros para coches clásicos o se decantan más por una afición más clásica como coleccionar relojes.

Precisamente, otro de mis amigos de los que tiene un nivel adquisitivo de esos que llamaríamos relajado, es aficionado hasta el extremo a los relojes. Tenía más relojes que manos he estrechado en toda mi vida, que si este reloj suizo edición especial, que este otro que era especial porque tenía las manecillas de nácar, y una colección que no te la acababas de mirar en un día.

Un mal día llegó a casa y se dio cuenta que el cajón donde guardaba los relojes estaba abierto. Le habían entrado en casa y su colección había crecido negativamente, como dicen los economistas. Tenía seguro, pero era un seguro genérico de hogar que no tenía en cuenta lo que había en su casa y al final se quedo compuesto y sin novia porque no le revertieron todo lo que había invertido.

Soy consciente que el dinero no es siempre lo más importante, pero saber que si ocurre algún tipo de desgracia puedes contar con alguien que sabe de que estas hablando, del valor no solo económico sino emocional de tu colección es muy importante. Desde entonces se ha buscado un proveedor que le cubre esta pequeña afición que le define más de lo que el dice que es.

Yo no se si todos tenéis este tipo de situación, donde es importante tener un respaldo, yo en mi caso si que lo haría y en mi propio ámbito lo hago, tengo tres copias de seguridad de todos libros electrónicos que me he comprado porque nunca sabes cuando puedes necesitar el backup.

Those Magnificent Men in their Flying Machines

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