Publicado en ValenciaOberta.es
Imagina por un momento que en medio de la ola de frío que vivimos estos días te levantas por la mañana y nada funciona en tu casa. No tienes agua caliente. No va la calefacción. No eres capaz de enchufar el microondas para calentarte un vaso de leche. Resulta que vives en una casa vieja y que, por las razones que sean tus instalaciones que hasta ayer funcionaban perfectamente, hoy no hay manera de ponerlas en marcha.
Es posible, piensas, que me hayan cambiado el contador. Algo has oído. Quizá recibiste una carta que no acababas de entender. Como las facturas. Con cuidado rearmas la instalación. Algo funciona. No puedes enchufar el secador de pelo con la calefacción. Si enciendes el calentador no puedes usar el lavaplatos. Tal vez estas circunstancias a muchos les suenen. Tal vez algún lector convive con esto.
Ahora piensa por ejemplo que esto ocurre en la guardería de sus hijos. De cuatro o cinco años. En la guardería solo funciona la luz. Saltan los plomos, como se decía antes, cada vez que alguien intenta poner la calefacción. Imagina más de 100 niños pequeños en unas instalaciones que funcionaban perfectamente el día 1 y que el día 2, sin más razón que la sustitución de un elemento por parte de la compañía suministradora, y que es propiedad de la compañía suministradora, aunque te cobra su alquiler, hace inservible algo que funcionaba sin ningún problema.
Resulta que unas instalaciones preparadas y legalizadas para soportar el frio invierno, deben ser adecuadas, remodeladas, cambiadas, ya sabes con cargo a quién, porque la Administración Regional Incompetente no tiene los papeles en su sitio. Claro, es que esto es de antes de digitalizar los archivos. ¿Y? Alguien debe pagar la soberbia de la compañía suministradora y la incompetencia de la administración regional. Lo pagan 137 niños pasando frío, lo pagan los ciudadanos de la localidad a través de sus impuestos y lo pagan los profesionales que sufren a la administración regional y a las compañías suministradoras que campan por sus respetos.
Esto es lo que pasa cuando las leyes sancionan los monopolios naturales, consiguiendo de forma efectiva que las compañías suministradoras se repartan el territorio de la misma forma que lo hacían las mafias de las pelis. Esto es lo que lleva a las puertas giratorias y una de las razones que explican el porqué de tanto político en los consejos de administración de las empresas energéticas. Y esto es finalmente lo se define perfectamente el mercantilismo, el capitalismo de amiguetes, – crony capitalism, en inglés – que es cualquier cosa menos capitalismo y libre mercado.
Ahora deja de imaginar. 137 no es un número al azar. 137 son los nanos que se han estado pelando de frío varias semanas en Alcàsser porque la Conselleria de Industria (o como se llame ahora) e Iberdrola se están haciendo carantoñas desde tiempo inmemorial. Este es un ejemplo. Sé de buena tinta que hay muchos más. Ejemplos de los que no es capitalismo.
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