No es el momento de cambiar, ¿o sí?

A lo mejor debería haber hablado antes, a lo mejor ya es tarde para hacer públicas opiniones que se puedan entender como un ataque entre dirigentes del principal partido político de España, porque las luchas internas, en política, son muy castigadas por el electorado.
Aunque también es verdad que a lo mejor está ya harto de haber hablado en foros internos, a lo mejor está cansado de haber enviado muchos mensajes sin haber obtenido ninguna respuesta. La verdad es que no lo sé, porque eso solo lo saben ellos. Lo que sí sé es que esta situación no me gusta nada, pues da la sensación de que se trata de un último intento por evitar el naufragio, de evitar la catástrofe. Porque somos muchos los que suscribimos las declaraciones de José María Aznar tras las pasadas elecciones catalanas. Y también las que hizo ayer mismo, en las que decía que el electorado en Cataluña ha preferido la opción de Ciudadanos, como garante del orden constitucional, frente al Partido Popular. Y eso sí es un problema. Y es un problema porque muchos votantes del Partido Popular, hartos de las actitudes y decisiones de Mariano Rajoy han visto en Ciudadanos, formación que se define como de centro izquierda en su ideario (podéis verlo en su página web), el recambio natural para su voto, cuando no debería ser así. Lo que no comprendo son los silencios en los dirigentes del PP, desde hace ya tiempo, dirigentes que deberían haber provocado un debate interno serio, debate entre la militancia en el que hubiera existido libertad de opinión. Tal y como ocurrió en la convención provincial del PP de Córdoba, en la que todos hablaron en libertad y dieron su opinión. Pero no, como bien dice Aznar, a los populares ya les han dado 5 avisos en las urnas, y Rajoy guarda silencio, en vez de haber abierto un debate entre la militancia, entre los votantes. Porque eso es lo que está pidiendo la gente. Apertura de los partidos políticos a la sociedad, a la ciudadanía. Pero no una tímida apertura de cara a la galería, es necesario una apertura de verdad. Y si de esos debates se hubiera decidido que Rajoy no es el adecuado, pues no se debería haber presentado a la reelección, ¡y no pasa nada! Lo malo es que ya es tarde, porque a dos meses de las elecciones parece que no es el momento para cambiar, ¿o sí?