No es la idea sino el camino que te lleva a la meta
Cada vez estoy más de acuerdo con las personas que afirman que una buena idea no convierte a un proyecto en ganador. Es cierto que es importante y que sin ella es como intentar edificar un rascacielos sin tener un plano, pero estoy cada vez estoy más seguro que cualquiera puede tener ideas brillantes, el problema es que esa idea brillante se cruce con personas que han estado trabajando en las áreas necesarias para llevarlas a cabo.
Suena un poco al concepto serindipia, que afirma que gran parte de los descubrimientos que se han realizado vienen en gran parte de la suerte, y sobretodo, por estar trabajando constantemente. Es muy raro que alguien se levante y sin tener ningún tipo de experiencia, sin tener un conocimiento más o menos extenso o profundo de varias áreas aparezca con algo rompedor a innovador. Lo normal es que se hayan dedicado años, de forma extraoficial o relacionada, con la idea que quieres llevar a cabo.
Quizás es importante tener claro esto en mente antes de lanzarse, hay que tener los conocimientos y sobretodo horas de trabajo en los cambios relacionados. Sin nada de esto, lanzarse a emprender es una locura a no ser que seas un inversor y sea otro el que reúna estas características. Pasteur descubrió la penicilina trabajando y teniendo un bagaje científico en ese área bastante importante. Albert Einstein no habría podido desarrollar su famosa teoría de la relatividad sino fuera por que su mujer era un genio de las matemáticas y así con tantos y tantos descubrimientos.
Así que el concepto de camino y desarrollo es cada vez más fundamental, y aunque no sepas exactamente cual quieres que sea tu meta, has de tener claro que áreas te interesan y te motivan y lanzarte. Empaparte de todo lo que puedas, tanto a nivel teórico como a nivel práctico. Sólo de esta manera, cuando tengas una idea serás capaz de reconocerla, y además, ponerla en práctica
Película: The Last Waltz
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