Revista Opinión

No es lo mismo

Publicado el 27 junio 2011 por Rodrigofino @finorodrigo

Siempre me pareció una presunción snob (y muy berreta) argentina aquello de que el fútbol es la contraposición de la inteligencia y que sin verbalizarla del todo algunos la reducen a fútbol no, libros si o al ahora más tecno fútbol no, computadoras si. No creo que alguien por leer libros sea mas inteligente y aquel que juega al deporte más hermoso del mundo sea menos inteligente. Nada lleva como condición necesaria a la otra. Una cosa puede ser Borges que no entendía el fútbol ese deporte inventado por sus admirados ingleses y que en base a ello edificó una irónica visión de su no entendimiento y otra muy diferente es trazar una división de aguas y que no es más, creo yo, que otra manifestación de la bipolaridad argenta del alpargatas si, libros no y que lleva el lastre de la fundante frase de civilización o barbarie y siguen firmas intermedias.

Ese snobismo de los tan erudititos, con pose de políticamente incorrectos, tal vez no sepan explicar, o se olvidan con intención, que Albert Camus, novelista, ensayista, dramaturgo y filósofo francés, premio Nobel de Litetaratura en 1957, era el arquero del equipo de la Universidad de Argel. Libros si, fútbol también.

Otra cosa por supuesto, y muy diferente, es la utilización política y mediática que se hace del deporte como un todo sobre todo en procesos políticos autoritarios y eso es harina de otro costal y en ese contexto, sólo en ese contexto, el fútbol no es más ni menos que utilizado para embrutecer, esconder y deformar, en ese contexto , sólo en ese contexto, los libros cumplen la misma función y, siguiendo el pensamiento de los bien pensantes, los libros embrutecerían aún más que el deporte. Paradoja de ese contexto, los disparadores de la inteligencia terminan siendo el cementerio del pensamiento.

No le echemos al fútbol la culpa de todo. No hagamos que el fútbol nos tape todo y sobre todo no aumentemos ese no poder de esos 40 o 50 tipos que piensan que el aguante, los trapos y esa liturgia del lumpenaje futbolero que supimos conseguir, es la forma de no resolver lo que en 90 minutos no pudo un equipo de once jugadores por más que alrededor de un parttido de fútbol se descargan frustraciones más profundas . Por otro lado seguir llamando "hinchada brava" a un grupo de delincuentes comunes, es una forma de socializar un embrutecimiento que siempre empieza, si tienen razón en esto los bien pensantes, por el lenguaje y, muchas veces, ese lenguaje común que significa lo que no existe, nace en los medios. Si esa parte se impone al todo, los que nos embrutecemos somos nosotros mismos. Es sólo un partido en el que se decidió que un equipo descienda y otra ascienda. Son las reglas del juego y al parecer les toca a todos, sea River, Boca o Belgrano. Duelen, pero esas son las reglas, al menos por una vez se cumplió. Tal vez éste sea el fuego que temple un orgullo aún más profundo, una pasión aún más encendida por esa camiseta.

Y no vamos a pretender tampoco que la corrección invada las palabras de quienes sufren como descocidos al ver que el equipo de sus amores no logra los goles necesarios para torcer la historia. No vamos a pretender que la corrección social elimine las cargadas y los chistes, pero todo tiene un limite que cuando se traspasa potencia una violencia contenida que nada tiene que ver con el deporte ni con la racionalidad. Además que Boca gane un campeonato sin haberle ganado a su histórico rival, no es el colmo de la maestría deportiva, por más que, visto desde la reducción que impone el lenguaje de los supuestos mas piolas del barrio, mi visión sea una mariconada. Me importa un cataplín y medio y sin ponerme en un altar moralizante o a costa de ello, un boca vs. river es una de las 50 cosas que uno debe ver antes de morirse, sea hincha o no de uno de esos dos equipos y por lo tanto que Boca gane sin River un campeonato, no es lo mismo. Además es de valiente reconocer las derrotas propias pero festejar las derrotas ajenas, esto en mi barrio, si es de maricones.

No soy hincha de River, soy de Independiente y no quería que River se fuera al descenso, como nunca quise que se fuera Racing. No es lo mismo ganar sin tenerlos enfrente por más que el campeonato tenga la misma validéz si se gana sin ellos. No es lo mismo.


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