Cuando se trata de la mayoría de las piezas icónicas en relojería, los pequeños detalles son grandes diferencias.
No es así con Corum, el relojero suizo adopta un enfoque de diseño y manufactura que puede calificarse de vanguardista o incluso revolucionario. En pocas palabras: Corum hace relojes como ninguna otra marca en el planeta.
Si la colección Golden Bridge ya era sublime, ahora con la ampliación exclusiva con una caja rectangular lo eleva a los altares.
Si le digo Dino Modolo, no creo que sepa quién es, pero a partir de hoy será su nueva fuente de conversación dentro de esas cenas snobs que todos tenemos. El señor Modolo es diseñador del novedoso y refinado aspecto rectangular del clásico Golden Bridge. El maese Dino realzó aún más el movimiento en línea de hermosos acabados y grabados, añadiéndole un maravilloso y delicado juego de geometría artesanal.
Una estructura de oro de 18 quilates forman seis números romanos para enmarcar el calibre visible, suscitando un sentimiento de armoniosa nostalgia entre las formas, los remaches y los materiales que evocan sutilmente la arquitectura de un puente.
Esta obra de arte, el Golden Bridge Rectangle, sigue los códigos del diseño del art déco, luce una elegancia eterna y discreta, a la vez que se concentra en el carácter funcional de su deslumbrante movimiento.
Las elaboradas microestructuras de oro suspendidas entre dos cristales de zafiro son el complemento perfecto de la caja y el movimiento, añadiendo un toque de atractivo resplandor al adherirse a la forma rectangular de la caja.
Es unisex, pero eso no se lo diga a su pareja....
Sus proporciones son perfectas para cualquier muñeca, se adapta maravillosamente y gracias a la tecnología, y a diferencia del modelo de 1980 que lo inspiró, esta refinada edición es hermética hasta 30 metros.