Manuscrito miniado.
Biblioteca de Darmstadt. Siglo XVI.
Entonces el emperador mandó traer a un hechicero famoso llamado Theonás, para que venciera con sus artes mágicas la “magia” de Theopento. Theonás envenenó un pastel y lo dio a comer al obispo, que no sufrió nada. Probó el mago entonces un veneno más fuerte, pero nada ocurrió, entonces Theonás creyó en Cristo, confesó su Nombre y fue bautizado por Theopento con el nombre de Sinesio, que significa "lleno de entendimiento". A la mañana siguiente Diocleciano supo lo ocurrido y sometió a Theopento a varios tormentos, para al final decapitarle. A Sinesio, antes Theonás le ordenó sacrificar a los ídolos, y como se negó, le enterraron vivo en una profunda zanja. Era el año 303.
A 3 de enero además se celebra a San Gordio de Cesarea, mártir.