No es por asustar… pero…

No es por asustar… pero…

18 octubre 2013 por evasinmás

Calabaza “pasmada”. Foto de @Perenquen23

Pues no, no es mi objetivo asustar, pero mis pruebas tengo… Hace un tiempo surgió la polémica en relación a las abejas. Científicos de todo el mundo, que fueron tachados en su momento de alarmistas, aseguraban que la humanidad dependía, para sobrevivir, de un pequeño ser: la abeja. Comenzaron entonces los mensajes apocalípticos, puesto que la población de esta especie se reducía a pasos agigantados. Que el tema es grave lo demuestra que los políticos se hayan puesto las pilas y hasta la Unión Europea haya decidido prohibir, durante dos años, los plaguicidas que afectan a estos insectos. Realidad para uno, mera conspiranoia para otros, lo cierto es que en los últimos meses he experimentado los efectos de la ausencia de las abejas en mis propias carnes.

Decían los mayores que las calabazas y los bubangos crecían en cualquier parte. Así que, como novata en menesteres de labranza, planté semillas de ambas verduras en un pequeño huerto. Crecieron y dieron unas flores muy hermosas (con las que también se cocina por lo visto) que, sobre todo por la mañana, era un primor mirar. Tras la flor viene el fruto, así que surgieron pequeños indicios de calabaza, como la de la foto.

Y ahí se quedaron. Pasmados. Será mi inexperiencia, pensé. Pero hete aquí que, al comentar mi fracaso con algunos expertos, me manifestaron que a ellos, este año, tampoco les habían crecido estas verduras. Ellos tenían muy claro el motivo: no se había visto una abeja en todo el verano. Y sin ellas, las flores no se polinizan y, por tanto, el fruto no crece. Así que me he quedado sin puré de calabaza ni bubango en el potaje este otoño. No es por asustar… pero si ven una abeja trátenla con mimo y honores y ni se les ocurra cargársela. Puede que estén salvando a la humanidad…