No es que me guste dispararme,pero es tan tentador el olor de la pólvora... El impacto contra la carne,suave,dulce como mano que baja por la espalda.
Como el calor de una nochefría,deseada por los dedos del violinistacuando la piel temerosa se deja tocar y sangra.
Derrama gotas de fuegoy llora;no puede evitar echar de menosel baile de la bala con sus tejidos.Y se desgarra. Se abre en dos quedando desnuda,dejando brotar su alma.Insolente parece la falta de dolor en sus sentidos. La costumbre y el placerde destruirse cada vez más,en menor tiempo y espacio comprimido.
Resulta deliciosa la chispa que enciende y da vida al arma de destrucción masiva que supone el pensar en probarte. Beberte y muy poco a pocoemborracharse de tu saliva.
Y es que es esa la peor adicción de todas. El empuje al sentimiento suicida. La provocación de imaginar morir a causa de un subidón de adrenalina. La necesidad de arriesgarlo todopor 24 horas de satisfacción homicida. Lo más bello es invisible a los ojos
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No es que me guste dispararme,pero es tan tentador el olo...
Publicado el 24 mayo 2014 por Victoriasanti @vicky5psTambién podría interesarte :
