Mi alma no pudo evitar vestirse de luto al oír una terrible noticia tuya. Bocas indiscretas dijeron que has pensado en cerrar tus ojos de forma definitiva. ¿Es acaso cierto? Con todo mi ser deseo que esos rumores sean falsos, pero si son ciertos, te ruego que me escuches. Por mucho que veas a todo el mundo sonreír en la calle, esas personas cargan con una oscura sombra sobre sus hombros. La forma o el tamaño de esa sombra puede variar, pero el dolor es el mismo. La mayor parte de ellos utiliza maquillaje para ocultar las sombras que cubren sus corazones, y piensan que así engañan al mundo. Y tristemente, a veces lo logran por un tiempo. Y así van por la vida, impactando a los demás con historias llenas de mentiras y falsas sonrisas. Y a primera vista, todo mundo parece inclinarse ante ellos, y su reino de mentiras, haciendo oídos sordos ante los gritos de ayuda provenientes de aquellos a los que la vida les mostró su lado menos amable.
Sin embargo, no todo está perdido.
En medio de tanta bruma, todavía hay corazones dispuestos a tender una mano a los que lo necesiten.
En medio de tanta oscuridad, todavía hay quién llega a conmoverse por el dolor ajeno, recordando que todos somos parte de algo más grande que nosotros; de una familia universal cuyos lazos son tan fuertes como invisibles.
Por eso, no pude evitar sentir que mi corazón se sacudía al escuchar la noticia de tu deseo por partir de este planeta. Por favor, no lo hagas. Si de casualidad has pensado en salta, hazlo, pero únicamente para llegar a un lugar mejor, donde ya no tengas que esconder esa luz que brilla en ti. No tengas miedo, no estás solo.