No es verdad que "cualquier cosa que obre, incluso en nuestra mente, hace parte de un plano material". Y, si crees que es verdadero, debes hacer un mínimo esfuerzo de demostración.
El dilema que has de resolver es muy sencillo: puesto que el principio de no contradicción no deriva de ninguna verdad, o bien el principio de no contradicción se conserva a sí mismo o bien es conservado por el pensamiento material de los cerebros que lo conciben. Si concluyes que se conserva a sí mismo, habrás admitido que existe un obrar inmaterial, ya que el principio de no contradicción carece de cuerpo. Si, por el contrario, afirmas que es conservado por cerebros, te basarás en la siguiente proposición universal: "Todo lo verdadero es procesado por cerebros". Si esta proposición es universalmente verdadera, lo será también en ausencia de cerebros que la procesen, por lo que será verdadera y falsa cuando no haya cerebros (¿te suena la paradoja del mentiroso?). Y si no es universalmente verdadera, es una verdad contingente y debe excluirse en ella el término "todo". Por tanto, se formularía del siguiente modo: "Algo verdadero es procesado por cerebros". Este aserto es completamente insustancial, porque incluso las verdades "a posteriori" son verdad aunque no capten la atención de ningún ser racional o sensible, como el ruido del árbol que cae cuando nadie está allí para escucharlo.