Revista Comunicación

No estás solo

Publicado el 18 junio 2014 por Jose Salgado @exelisis

No estas solo

Todos los que hemos hecho el Camino de Santiago descubrimos una verdad extraña, que por muy acompañado que vayas, el camino lo haces solo, pero a su vez, por muy solo que te sientas, siempre tendrás a alguien a tu lado para ayudar.

Las personas tenemos una necesidad de sentirnos parte de algo, de una historia, de una comunidad, de un equipo. Es algo que escapa a nuestro proceso lógico y de forma inconsciente, modificamos parte de nuestra forma de ser para poder encajar en una comunidad. En las ocasiones que esto no puede ser porque las diferencias son insalvables, buscamos a otros como nosotros para crear una comunidad con nuestros mismos intereses.

Esta es una de las herramientas más potentes de marketing, el cultivar y fomentar el sentimiento de pertenencia. Ha funcionado siempre y ha generado millones de beneficios, o sino que se lo digan a los que llevan el merchandising de los equipos de fútbol. ¿Quién en su sano juicio va a pagar más de cien euros por una camiseta con rayas azules y granas, o totalmente blanca? La necesidad de pertenencia, la necesidad de identificarse con algo que sea más grande que nosotros.

Por eso insistimos mucho el crear sentimientos, el crear un vínculo más allá de la lógica. Has de trascender tu propio producto y posicionarte como un valor en si mismo. Es algo que hace Apple, Google, Coca-Cola, Nike, todas las marcas han dejado de vender productos hace mucho tiempo, el producto es la excusa para transmitir un objeto, un tótem, que represente la posesión física de ese valor.

Y por mucho que haya personas, yo mismo incluida, que profesamos el marxismo en su más pura expresión de nunca pertenecer a un club que acepte a gente como yo, ya formamos parte de un club. O no os suena la historia de cuando un grupo de música se hace famoso, inmediatamente deja de tener valor para todos los hipsters del mundo, y la única frase que sale de su boca es: se han vendido a las discográficas?. Ellos mismos son un grupo, viven por un concepto y por un valor, y cuando su tótem se sale de su área de confort, rápidamente buscan una alternativa.

No hay que recordar como el movimiento punk salió como algo contracultural. Lo divertido del caso es que no pasó mucho tiempo hasta que se creo una industria -con los mismos principios que ellos mismos denostaban- para satisfacer las necesidades de anarquistas de estos individuos.

Por lo que deja de intentar vender un producto, vende un valor, una idea y usa tu producto para transmitirlo.

Película: Gravity

 


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