He estado viendo por la tele los actos del Madrid World Pride, en La Sexta porque todavía no entiendo como la tele y la radio públicas continúan ignorando la realidad de millones de personas que en este país, en pleno SXXI han de continuar ocultando sus sentimientos, escondiéndose, sin poder decir que les manda su corazón y sin poder expresar sus amores
como les de la santa y real gana. No puedo estar orgulloso cuando, a pesar de admitir que hemos cambiado muchísimo desde cuando no hace tanto tiempo se perseguía a personas con la Ley de Peligrosidad Social, Vagos y Maleantes y “joyas” por el estilo. Hemos mejorado, pero todavía por la calle, en la piscina o en la playa miramos raro a esa pareja a la que se les permite casarse pero no aceptamos que vivan su amor en público. Por eso yo NO siento orgullo. Vale, admito que lo de Madrid es como para sentirse orgulloso, Madrid ha dejado de ser una ciudad gris hecha sólo para los que se permitían decretar lo que es moral y lo que no. Pero Madrid es una isla donde todavía corren a refugiarse los que no quieren esconder su amor, queda mucha España por cambiar, mejor dicho, queda mucho mundo por evolucionar. Si crees que exagero cuando te hablo del terror en casa, de la incomprensión, de la automarginación, igual es que no conoces cómo lo pasan muchas personas a tu alrededor, permitidme que me ponga la bata de recetar lo único que puedo recetar y que jamás os hará daño, un libro (permitidme el spot publicitario), deberíais leer el libro nuevo de Fani Grande.
NO puedo sentir orgullo cuando en un campo de fútbol miles de personas se permiten la frivolidad de ofender a millones cuando gritan aquellos cánticos cavernícolas llamando 
NO puedo sentir orgullo si todavía existen países en los que no sentir amor «predefinido» puede costarte la vida, no creas, que es broma, todavía en SIETE países ( Irán, Arabia Saudí, Yemen, Mauritania y Jordania) te cortan la cabeza, como la reina de corazones por no ser un “hetero standard” y en SETENTA Y OCHO se te juzga por el crimen de que tu corazón decida seguir otro camino. Todavía nos queda tanto…
Me repugna el hecho de que en Madrid saliesen a la calle carrozas de gente carroza que intenta aparentar. Partidos políticos que no entienden de Macedonia anclados en otros 

Jo sóc així i això no és un problema

