Un hombre sintió
la punta de la lanza en su costado
Los clavos horadaron carne y hueso.
La traición
fue otra herida
otra lanza
otro clavo.
No hay dolores nuevos
La burla, el acoso,
las espinas en la sien,
el abandono del padre.
Dolores viejos, encarnados
Y 39 azotes
que llagaron la carne.
No hay dolor nuevo
Una mujer,
una madre,
vio morir a su hijo
sufrió su martirio
lo recibió en sus brazos.
No hay dolor nuevo
Todos los dolores
ya han sido estrenados
El dolor es vetusto
Inmemorial
No hay duelo inédito.